Palabras sin destino: Un Amor Jamás Conocido

III

Querido...

Ya llego noviembre. Y sé que ya lo debiste de haber notado, pero al ser hoy la tercera noche del mes he notado algo diferente, parece que el propio cielo sabe que noviembre ya llego. El tiempo pasa tan rápido, y parecer ser que se lleva a las personas y en su lugar deja recuerdos. Hoy por la mañana te vi observando el cielo. Estabas en el parque, sentado sobre tus piernas cruzadas simplemente observando hacia arriba, y aunque debes saber que debes cuidar tus ojos del sol, tambien debo admitir que este mismo le daba a tu cabello negro y aundulado un toco único. No creas que te seguía, realmente pasaba de ahi por casualidad, pues hoy nos dieron una noticia terrible. Los doctores afirma que a mi madre le quedan unos cuantos dias ¡Quien diria que unos cuantos dolores de cabeza puden ser tan graves! Me sentí destrozada, ella es lo único que tengo. Y cuando te ví mirando al cielo esta mañana no entendí por que lo hacías, solo era azul ¡Ni algodones blanco había! Pero ahora entiendo o más bien creo, que te sentías feliz. Por eso no te importaba que no hubiera nubes. Ahora lo entiendo, pues esta noche de noviembre, ahora que observo esta noche de noviembre me doy cuenta que hay llamas y estan quemando todo.  Y sé que es así porque asi me siento en este momento, siento que todo me quema en el interior y que ni siquiera hay nubes, esperanza... que no puedo hacer nada. A ti no te importaba si el cielo era azul o si había nubes, por que no las necesitabas, en cambio yo ni eso pude tener, ni una gota de confort. Trato de estar bien por mamá, pero me estoy quemando.

Hay fuego en este cielo noviembre...