Confesiones De Mi Inocencia Perdida

La paleta de hielo

El fin de semana llegó, mi mejor amiga Elena habia caminado conmigo desde la escuela, ese viernes hacia mucho calor, las vacaciones de verano se acercaban y los examenes finales nos tenian a todos vueltos locos, nunca fui de calificaciones espectaculares pero este año escolar me habia ido bastante bien, incluso logrando quedar entre los primeros 5 de la clase.

Ummm - hice un pequeño sonido antes de llegar a mi casa para llamar la atención de mi amiga - ¿Qué quieres Loki? - La chica me conocía muy bien, me recargué contra la pared, al costado de la puerta que daba entrada a mi edificio - Alguna vez... ¿te has masturbado? - mis mejillas estaban completamente rojas, ¿por qué me atreví a hacerle esa pregunta? Mi amiga, al igual que yo, se quedo muda, no se si fue el shock, o si estaba pensando que contestarme.

En realidad no... mi madre me dió una platica de dos horas el año pasado, cuando vimos el tema de reproducción en la escuela estaba tan harta de escucharlo que le pedí a mi mamá que me dejara faltar a la escuela esa semana - Un suspiro acompañó su comentario, me senti en parte aliviada que mi amiga hiciera caso omiso al por qué de mi interés, sin embargo su respuesta no resolvería mis dudas, y seguir preguntando sólo levantaría sospechas, crucé mis brazos pensando un poco que más decir, desvié mi mirada mirando las piernas de mi rubia amiga, estaban llenas de moretones, jugaba en el equipo de volleyball y solía lastimarse mucho entre tantas carreras y caidas - ¿y tú? - su pregunta me sacó de mis pensamientos, mis ojos se abrieron como faros y se cruzaron con los de ella, esos ojos celestes me miraban con curiosidad, con su mano recorria un mechón de cabello tras su oreja - ¡¿EH?! ¡C-claro que no! Y-yo no haría algo así - Mis ojos evitaron cruzarse con los suyos, mi mentira sería descubierta si permitía que me viera a los ojos - so... solamente tenía un poco de curiosidad, ya sabes, entraremos en la adolescencia y la... las películas sugieren que estaremos interesadas en ese tipo de co... cosas - En realidad mi curiosidad me mataba, pero no podía acercarme a mis padres después de lo que vi.

Ya veo... bueno, ¿por qué no le preguntamos a mi hermano? - Mi mirada se volvió a posar en mi amiga, sonreía, de una manera algo comprensiva y curiosa a la vez - Él ya está en sus 17 años, a punto de dejar la preparatoria, probablemente el sepa más sobre masturbación que cualquier otro chico o chica de nuestra clase - Mis ojos se abrieron un poco, su familia en verdad era bastante abierta ya que lo pienso, si podrian ayudarme con mis dudas, y eso hicieron...

Tras unos minutos más decidimos que en lugar de quedarnos en mi apartamento, iriamos a su casa, su hermano ya habria regresado de la escuela y sus padres aún seguian en el trabajo, la oportunidad perfecta para interrogarlo.

¡Hey, neandertal! - Elena entró en su casa llamando a su hermano, no esperaba ese tipo de relación, en la escuela era una amiga tan dulce y tierna, pero al parecer con su hermano era una fiera que peleaba constantemente. Rob, el ya mencionado hermano, salió de su habitación tallando sus ojos, ¿estaba dormido? - ¿Qué quieres hobbit corrompido? - Su respuesta no fue más amable, aunque un tanto más "friky" de lo que esperaria en realidad, se quedó callado y sorprendido al darse cuenta que estaba ahí junto a ella - Ella es Loki... la amiga de la que te he platicado - Dijo volviendo a su tono dulce y encantador - tiene unas cuantas dudas que creo que puedes ayudarle a resolver - Agregó con una risa, yo maldije en mi interior, ¡era una trampa! Yo tendría que hacer las preguntas, a su hermano, un desconocido para mi pero que obviamente le contaría todo lo que le dijera a Elena... esa bruja me había logrado sacar la sopa alimentando mi curiosidad. - ¿De qué se trata? - Me preguntó con una mirada firme, aunque no tan agresiva, ese mismo rostro comprensivo que mi amiga me habia mostrado antes - Bueno... umm... - Me puse algo nerviosa, no me animaba a preguntarle ni a mi amiga, pero mi curiosidad me hizo continuar - ma... masturbación - Dije agachando la mirada, avergonzada hasta las orejas - Quiere saber si lo has hecho - Agregó la rubia de mi amiga a lo que me alteré negando con mis manos nerviosa - E-eso es algo muy privado si... si no quieres decirme no me sentiré mal - El chico rió un poco y se sentó en el sofá de la sala - Descuida, mamá nos ha dado la platica a todos, y yo empece hace un par de años a "disfrutarlo" - Hizo un gesto de comillas en el aire, a lo que yo sólo quedé más confundida, ¿lo disfrutaba o no?, mi curiosidad terminó inmediatamente mi verguenza, al ver la seguridad con que Rob había contestado - Creo que no entiendo a que te refieres con "eso" - Imito su movimiento de comillas y doy un paso más cerca, Elena se separa de mi y camina rumbo a la cocineta en donde se sienta en un banco alto para vernos, arreglando su falda al quedar sus piernas colgando - Bueno, a que si lo hago, pero nunca es tan divertido como la interacción real con una chica - Agregó riendo un poco a su confesión - ¿Has... has tenido sexo ya? - Pregunté sorprendida, era esa una edad correcta? Aún no era mayor de edad, aunque estuviera cerca - uh, no en realidad, aunque estuve cerca en una ocasión, pero sus padres llegarían pronto y preferimos que no nos descubrieran, pero si que he hecho otras cosas, primera y segunda base... pero lo mejor es el sexo oral - Vaya que hablaba con confianza, me abrazé los codos mirando nerviosa a otro lado hasta eso último que dijo, se vino a mi cabeza la imagen de mi madre chupando a Julián - ¿Oral? - Nunca había escuchado ese termino, mis ojos se posaron de nuevo en cara de Rob, mis mejillas un poco coloradas aún - Si, es como masturbarse, pero... usas la boca para poner la polla del hombre entre tus labios, también le llaman felatio o chupada, es extraño al principio pero en realidad se siente genial si es que la chica sabe hacerlo - Elena habia puesto atención desde el principio pero hasta ese momento tuvo dudas reales - ¿Hay que saber hacerlo, no es sólo meterlo en tu boca y ya? - El chico negó con su cabeza mirando a su hermana por sobre su hombro - No, hay que chupar, y jugar con él un poco, mi novia me ha dicho que practicó con una paleta de hielo, y por eso lo hace tan bien - Dijo con un tono tan lleno de orgullo que no pude evitar sentir un poco de envidia de él - ¿En serio? Creo que tenemos unas por aquí, revisaré - Elena se apresuró y sacó dos paletas heladas de la nevera, mis nervios volvieron mientras que mi amiga se aproximaba a entregarme uno de esos dulces, lo sostengo con mis manos pero me quedo paralizada mientras un escalofrio recorre mi espalda - ¿Cómo se supone que hacemos esto entonces? - preguntó mi amiga rubia a lo que su hermano sólo le indico que se la metiera a la boca y usara su lengua, vi a mi amiga hacerlo, desenvolver la paleta y llevarsela a la boca, lamer la punta y meterla entre sus labios, chupando, cerrando sus ojos mientras el rosa de sus labios se pintaba con el naranja de la paleta que parecia derretirse tan pronto la tocaba con su lengua, yo observé atónita, mis ojos grandes y fijos en mi amiga, aunque fuera su primera vez, se notaba en comparación con la forma en que lo habia hecho mi madre, pero... se veía tan tierna, y a la vez...