4.

416 58 55
                                    

[Atención; El siguiente capítulo puede contener temas no aptos para gente sensible.

Una vez advertidos
Pueden seguir(?). ]














Las manecillas del reloj sonaban con cada paso
¿Quien podía estar despierto a medía noche?
Aquel ruido no hacía más que aterrorizar al pobre peli naranja que contaba con 11 años en aquel tiempo.
Se cubría fuertemente con las sábanas, había pasado una semana desde que había ingresado en aquella mugrosa mansión.
Tenía miedo, su dueño era un sádico de primera.
Aún poseía recientes y dolorosas marcas por todo su cuerpo.

Escuchó la puerta abrirse de golpe, por lo que por instinto intento hacerse el dormido..
Más de eso nada sirvió.

Fue bruscamente arrojado al suelo, el británico temblaba.

—¡N-no por favor! ¡Tenga misericordia de mi! —
Rogaba cubriendo su rostro con ambos ante brazos, inevitablemente las lágrimas comenzaron a caer por las palidas mejillas de este.

"A pasado una semana.. creo que puedo avanzar más contigo en todo esto.."

Aquellas palabras no le tranquilizaban para nada, el británico intento huir de toda forma.. pero de igual manera.. lo que iba a ocurrir..

Era inevitable.

...

—¡A-ah! ¡SE LO RUEGO! ¡Pare! ¡E-ESTO ESTA MAL! — sollozaba, sintiendo como aquel hombre destruía todo su ser con cada embestida, más cada súplica era como si no dijera nada.

Sus manos y cuerpo ardían por los multiples cortes recientes que poseían, durante todo aquel insano abuso, solo pudo llorar, gritar para que alguien le ayudase....

Pero nadie nunca vino a salvarle de tales atroces actos.
Los cuales se repetían.. noche tras noche..
Rompiendo de a poco, la cordura del peli naranja...

……

Despertó de golpe, jadeando, nuevamente.. ese recuerdo..
Sentía sus lágrimas empapar las sábanas, se abrazó a si mismo, cubriendose lo más que podía.
Al día de hoy.. seguía deseando que todo aquello no hubiera sido más que una horrible pesadilla.

Mas lloraba al sentir la realidad recordarselo, quería olvidar, deseaba el olvidar.

Sintió unos brazos rodearle, Era Tord..
No lo dudo, ni un minuto después ya se encontraba abrazandose fuertemente al mayor, sollozando en su pecho.

—Todo esta bien ahora.. ¿Si..?—
Susurro el demonio acariciando su cabello, al cabo de un rato, el británico nuevamente se había dormido.
El demonio depósito un beso en la frente de este.
Acariciando su ya sereno rostro.
Al menos.. ya no volvería a tener aquella pesadilla.

El castaño permaneció observandole, analizando cada centímetro de el.
Le conocía a la perfección..
Cada cicatriz de su cuerpo; Suspiró volviendo a acomodarse, intentando el no despertar al británico.

—Tord.. — se sorprendió al notar que este se hallaba despierto.

—¿Si mi amo..? — le cuestionó con una sonrisa lasiva, sintió aquellos pálidos labios el juntarse con los suyos, de igual forma correspondió el beso, abrazandole del cuello, viendo como el peli naraja tomaba lugar encima suyo.

Ð e m o n  [Reescribiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora