Mentiras

¿¿Deseo??

Siento mucho la tardanza, han pasado, no se, mil años?? He estado muy ocupada durante este tiempo y no he podido centrarme en escribir, pero aquí estoy, espero que les guste :)

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No sabia si sentirme aliviada o frustrada, tras nuestro pequeño beso de anoche, el muy idiota simplemente me rodeo con su brazo y su puso a dormir. No debería sentirme frustrada, acostarme con él no estaba dentro de mis planes, pero no podía evitarlo. 

Estaba realizando un intento por digerir algo de alimento, pero los problemas no paraban de acumularse. Había descubierto un teléfono fijo en la sala contigua a la cocina, pero la espantosa nevada de anoche había cortado la linea. Si no llamaba pronto, me quedaría sin trabajo y eso no era algo que pudiera permitirme. Perdida en mis pensamientos apenas noté la llegada de Malcom a la cocina.

-No se como lo haréis en tu ciudad, pero en la mía, las tostadas se mojan en el café, no en el zumo de naranja- dijo con burla.

Mire lo que estaba haciendo, estaba demasiado distraída para darme cuenta de lo que me estaba comiendo.

-Se llama renovación culinaria.

-Se llama estar en las nubes. Qué te pasa?- preguntó mirandome a los ojos.

-No lo se, quizá mi jefe me a obligado a irme a un lugar perdido de la patagonia en busca de información sobre un imbécil, que lo único que hace es explotar a sus empleados. Suerte la mía, que ese mismo idiota me encuentre en medio de una tormenta, con un coche averiado y ataviada con un estúpido vestido de verano. Por si todo esto fuera poco, el mismo idiota me lleva a su casa, causo que se haga daño y paso la note en el cobertizo con él, cuando logro entrar en su maldita casa, casi me desnuco subiendo por una dichosa escalera podrida y cuando el señorito entra me besa y como idiota que soy no puedo evitar desearlo, y la cosa no acaba ahí, cuando descubro que el imbécil no es tan imbécil, me acusa de cazafortunas y libertina y no se cuantas cosas más y para poner la guinda al pastel, porque como mis problemas ya eran pocos, cuando intento llamar a mi jefe para conservar mi trabajo, no señor, no puedo llamar, porque los planes de su señoría quedarían chafados, menuda tragedia- Solté de forma apresurada, el cabreo me nublaba la mente, una vez empezado mi discurso me fue imposible ponerle fin.

-Acabas de decir que me deseas?- dijo con un sonrisa picara en sus labios.

-De verdad solo te has quedado con eso?

-Tengo un cerebro selectivo- me sonríe burlón- Escucha-dice ahora con un tono más serio- En unas horas enviaran un coche patrulla a recogerme para proseguir con la investigación sobre el desfalco de dinero, y tú, te vendrás conmigo. Una vez en la ciudad llamaremos para que recojan tu coche, te podrás cambiar y cuando comprobemos si contamos con todo lo necesario para coger a los culpables, podrás llamar a tu jefe e intentar conservar eso que llamas trabajo- con una sonrisa seductora en sus labios añadió- en cuanto al tema de que me deseas, estoy seguro de que encontraremos tiempo para solucionarlo- acercándose lentamente, con nuestros labios a pocos centímetros susurró-prepárate, en una hora nos largamos.

Con el aliento contenido, a la espera de un beso inexistente, lo veo alejarse lentamente de la cocina, dejándome más frustrada que al principio.

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Aquí esta la continuación, se que es cortita, no tengo demasiada inspiración, pero me estoy poniendo a ello. He estado actualizando los otros capítulos, para acabar con los errores y todas esas cosas. Espero que los lectores a los que os haya gustado mi historia hasta aquí sigáis apoyándome, lo siento de nuevo por la tardanza, espero actualizar pronto y que os guste este nuevo cap.

Espero vuestro votos y comentarios. Mucho love para todos mis lectores:))