CAPÍTULO II

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Siempre que veo la nieve.... recuerdo ese día

Hace meses Kardia había escapado del Hospital en el que se encontraba encerrado.

No fue fácil hacerlo, pero una vez lejos de ese lugar supo que nadie lo buscaría y eso de cierta forma le alegro, pero también le hizo sentir un vacío en su corazón, pues el hecho de que nadie le busque significaba que no valía nada para nadie.

Pero eso ya no importaba.

Pues Kardia tenía una meta muy clara, viviría cada día de lo que le quede de vida como si fuera el último.

Su vida fuera del Hospital era un Infierno.

No tenía un techo donde vivir, las personas eran sus enemigos, todo era su enemigo, su enfermedad, era la peor enemiga.

La noche en la que él me encontro.....

Fue una noche de nieve, donde estaba llegando a su limite.

Pensaba que ese noche moriría, el calor en su pecho era insoportable, no podía siquiera controlar su respiración, este sería su fin.

-mi vida sin duda fue una mierda-

Esas eran sus últimas palabras, no, esas debieron ser sus últimas palabras.

-estaras bien-

La noche en la que yo lo encontre

Fue en ese momento donde sus oídos fueron inundados por una ángelical voz.

Fue en ese momento donde unas manos heladas tocaron su pecho.

Fue en ese momento donde sin saber por que se sintio muy bien, no solo fisicamente, también espiritualmente.

-¿Q-quién eres tú?-

Kardia se había esforzado por hablar, su voz había sonado jadeande y quebradiza.

-no es bueno que hables-

-d-dime-

-Soy Degel-

-Degel-

Fue el susurro lastimero que escapo de los labios de Kardia, de pronto se sintió muy feliz, realmente feliz.

Ese fue el sentimiento que su corazón tenía antes de que todo se volviera negro.

Fue tan esfimero

Cuando desperto se encontraba completamente solo, pero algo había cambiado.

Una sonrisa se había formado en el rostro de Kardia, una sonrisa llena de felicidad.

Y una carcajada fue lo que siguió.

Tonto deseo (Lost Canvas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora