Perdido.

185 26 5
                                    

30 de Noviembre del 2013

Narra Isak

Perdido, confundido, no me encontraba otra definición de como me sentía ahora mismo, todo estaba tan bien, y no sé que pasó. No me he contactado con Even hace un mes, que parecía ser un año, o incluso más tiempo, el era una de mis personas favoritas en todo el mundo y de la nada se alejó de mí, o eso es lo que parecía, escuchaba rumores de que tal vez se mudaría o se cambiaría de escuela, en la cual ya no lo encontraba por ningún lado ¿qué iba a ser de mí? si tan sólo pudiera verlo una vez más a los ojos y decirle cuanto...

Cuanto lo quiero.

Cuanto lo adoro.

Lo mucho que él significa para mí.

Mi gratitud enorme por haberme acompañado en momentos tan difíciles...

...Pero ahora se fue...

Caminaba hacia el patio donde hacía un horrible frío, el entrenador nos dio la indicación de ir a los vestidores a cambiarnos el uniforme de diario por el deportivo, y entonces ahí me dirigí. Me saqué la camisa abotonada y la corbata, cambiandolas por una polera de manga larga y encima la del colegio, lo mismo hice sacándome los pantalones y los zapatos, quedándome en shorts y en tennis.

Me dirige hacia mi casillero para dejar la ropa pero entonces vi a un chico, delgado, con una cabellera rubia, con la cabeza hundida en el que supuse que sería su casillero, me acerqué a el con el ceño fruncido y formando un puño en mi mano. 

Lo giré y lo tomé de las muñecas fuerte, conociendo perfectamente al dueño de esa dorada cabellera.

No era Even.

-¡¿Qué mierda te ocurre amigo?!- dijo después de que lo empujé hacia su casillero.

Traté de controlarme, pero no podía.

A dos casilleros de mí, en frente, en la entrada, en las regaderas del instituto, en las bancas de los vestidores, ahí estaba, estaba en todas partes, estaba en mi mente, en mi corazón y no podía dejar de pensar en algo más, me miraba, se acercaba a mí y me besaba de una manera salvaje, apretando sus labios contra los míos, se desnudaba frente a mí y yo lo imitaba, me acorralaba hacia los casilleros, haciendo que mi corazón latiera a mil por hora, acariciando mi piel de una manera tan lenta y suave que los pelos se me ponían de punta...

-¡Valtersen!- dijo el entrenador gritándome- ¡Te esperan en la cancha! ¡Dos vueltas al patio! ¡Ya ya ya ya!

Entonces me di cuenta, que no iba a poder seguir, corría alrededor del patio, con el corazón roto en mil pedazos corría con todas mis fuerzas pero de tan sólo pensar que ya no vería a Even nunca más, sentía que ese pensamiento me empujaba al suelo, donde caí en llanto, no quería que nadie me viera, me sentía tan vacío, el entrenador me vio y corrió hacia mí y  yo me alejaba de él entrando al baño y cerrando la puerta con seguro, tapándome la cara humedecida por mis lágrimas.

-¿Isak? ¿Está todo bien?- preguntó el entrenador golpeando la puerta.

No respondí, ni pensaba hacerlo, me miré al espejo y miré mi cara enrojecida, mis ojos humedecidos, mis labios delgados y mi nariz hinchada. Entonces reaccioné.

-Claro, ¿como podría Even querer a alguien como yo?- pensé mirándome al espejo.

Me enjuagué la cara mirándome a mí mismo con una sensación de asco y salí del baño, cuando el entrenador me pregunto que me pasaba le dije solamente que quería ir a casa y nada más, no llamó a mi madre y le rogué que no le contara a nadie a lo cual el estuvo de acuerdo, tomé mis cosas y me fui, estaba solo, contemplando los árboles que tenían un tono rojizo, casi sin hojas y el cielo gris de la calle, a esta hora mi mamá estaría trabajando, pero en caso de que volviera, le envié un mensaje.

Mamá, hoy nos dieron salida temprano, estoy en casa, que tengas un lindo día en el trabajo.

Te quiero, Isak.

Me recosté en mi cama, dejando de llorar, sólo mirando el techo y pensando en todo lo genial que había hecho con Even, cuando fuimos al cine a ver Insidious 2 y me abrazó porque yo estaba muy asustado, cuando le dije que no podía dormir y fue a mi casa a las dos de la mañana y terminamos haciendo una pijamada, cuando lo ví en el baño el día que me enseñó teorema de pitágoras con su cabello hacia atras  y su pecho mojado, provocó en mi una sensación tan difrerente, sentía que el era ideal para mí, sin cambiarle nada, absolutamente nada.

Me convencí a mí mismo dejar de pensar en todo eso y tratar de dormir un poco para olvidar todo...

Pero entonces mi teléfono sonó.

Encontré un mensaje de Jonas y los gemelos preguntando que me pasaba, y sentí la necesidad de contarles lo que siento por Even y cuanto lo quería y apreciaba.

Entonces le envié un mensaje a Jonas:

Jonas, tengo tantas ganas de contarte todo en persona, pero estoy tan vacío por dentro que ya ni sé como reaccionar ante mi situación. Cuando salí de la enfermería aquel día que Aleks me golpeó sentí que había visto a un conocido cualquiera, pero me dí cuenta de que era un ángel, con el nombre de Even Bech Næsheim, un ángel que me ayudó a enfrentar los problemas de mi sexualidad y la gente que me juzgaba, un ángel que me entregó toda su confianza y cariño haciéndome sentir completo y protegido, un ángel tan hermoso que no sé definir, como se siente que haya perdido el contacto conmigo. Estoy enamorado de él Jonas, quiero a Even, y he tratado de enviarle mensajes, de llamarle, de ir a su casa, de buscarlo en la escuela, y no sé que ha ocurrido, pues hay rumores que dicen que se cambiara de escuela o se mudará y no logro entender si es por mí, llámame si te enteras de algo.

-Isak

Dormí para tratar de olvidar a Even.

Pero mis ojos pronto lo verían a él en persona...



Before Nissens (Evak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora