Before Nissens (Evak)

Alguien para amar.

2 de Diciembre del 2013

Narra Isak.

Después de aquel día en el entrenamiento, me dí cuenta de que tal vez fue una exageración, pero aun así mis pensamientos me invadían, una parte de mí seguía pensando en aquel chico que llegó de la nada y se convirtió en todo para mí, y otra decía que tal vez sería peligroso ¿por qué me sentía así justo ahora? ¿por qué él? sentía que el era ideal, el tipo de persona que me correspondía y no podía dejarlo atrás, pero aún así el fue quien me dejó de tomar en cuenta.

Lo quería, lo quería tanto, amaba aquel cabello que parecía un mar dorado, sus ojos de un color azul grisoso que podía reemplazar por el mismo cielo, y cuando veía mi reflejo en ellos me sentía parte de un ciclo infinito, donde habían más Isaks y Evens mirándose mutuamente, a través del cristal de aquellos ojos, y sus 84 bellos lunares en los que podía formar constelaciones...

Desperté a causa del irritante sonido de la alarma y entonces entré en razón pero aún así mi mente no dejaba de pensar en el nombre de  Even Bech Næsheim. 

Me preparé para la escuela y salí de mi casa cerrando la puerta con seguro. Hacía demasiado frío en las mañanas y me quedé contemplando aquellos árboles de color café rojizo que casi ya no tenían hojas, junto con el gris cielo, el viento soplaba y soplaba directo en mi rostro haciendo que me ardieran los ojos y se humedecieran así que los sequé con mis dedos. Tomé mis audífonos para escuchar un poco de música y quitarme un poco del tanto aburrimiento y tristeza que sentía.

Pusé mi playlist en aleatorio y entonces sonó la melodía de un chelo, era la canción Secrets que Even me había recomendado escuchar ese día que me vino a visitar, poco me importaba si esa estúpida canción me traía recuerdos, sólo me dediqué a seguir mi camino y a cubrirme del frío. Dejé de poner atención a todo lo que me rodeaba en el camino, cuando entonces vi aquella silueta que reconocería en cualquier lado, aquellas piernas largas, con aquella capucha que siempre usaba cuando él tenía frío. Sentí la necesidad de acercarme a él lo más pronto posible, lo quería cerca de mí, quería decirle cuanto lo necesitaba.

En cuanto comencé a correr mi mirada solo se enfocó en él, cuando entonces escuché esa bocina...

...Aquel claxon del auto color plateado que chocó contra mi cuerpo. Sentí un inmenso dolor en mi pierna y sentía que ésta se rompía como si fuera vidrio.

Sentí mi rostro chocar contra la ventana de aquel auto y después contra la fría calle. Escuché a alguien gritar mi nombre y sostenerme en brazos, pero no tenía la consciencia suficiente para mirarlo.

Entonces sentí que despertaba y entrecerré mis ojos para solo observar lo que estaba en frente mío, vi luces blancas que se encendían y se apagaban en unas paredes azules, sentí mi cuerpo recostado en algo, que se movía en línea recta en un tipo de pasillo.

Desperté.

Sentí mi pierna izquierda un poco más pesada de lo normal y vi que tenía yeso en ésta, tenía un camisón puesto vi que tenía unos cuantos cables conectados a diferentes partes de mi cuerpo y me dí cuenta de que estaba en un hospital. Me pasé una mano por la sien y sentí una bandita puesta en ésta, al igual que en mi mejilla izquierda, miré mi brazo y tenía un par de moretones al igual que cerca de mi ojo.

Necesitaba hablar con alguien que supiera que me pasó ¿cómo llegué aquí? ¿cuánto tiempo me quedaré? 

Tenía un horrible sabor en la boca cuando entonces me dí cuenta de quien supuse que era mi doctora hablaba con alguien que al parecer, quería visitarme.

-Pueden pasar, pero no más de diez minutos- dijo una dulce voz.

Entonces la puerta se abrió de golpe y vi a mis amigo entrar a la habitación con un ramo de tulipanes  los cuales dejaron en la mesita al lado de la camilla en la que estaba, los recibí con media sonrisa, ya que no me sentía con la fuerza suficiente para saludarlos, pero aún así estaba muy contento de verlos preocupados por mí, ellos significan mucho y me sentía agradecidos de tenerlos a mi lado.