VI.

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Advertencia: +18

Cuando desperté, él no estaba. No me sorprendió, siempre se levantaba antes que yo, no importaba que hiciera la noche anterior. Me desperece sin ganas y me arrastré, literalmente, por el colchón hasta el borde de la cama. Me dolía la cadera, la espalda, mi cuerpo estaba pesado, adormecido, pero todo ello contenía una dulce sensación.

—Steve—lo llame, mientras lograba ponerme de pie y buscar a tientas mi bata— ¡Steve!

No recibí respuesta, así que salí de mi habitación y recorrí el camino hasta la cocina esperando verlo en alguna parte, al llegar ahí me asomé y suspiré decepcionado. Steve realmente se había ido. Él no solía hacer eso, quién solía hacer eso era yo. Me sentí un poco solitario. Sin embargo, cuando me fije mejor, pude ver que sobre la isla de la cocina había un desayuno hecho. Al parecer, Steve había encontrado la cocina y me había preparado algo. Eso era tan... él.

El teléfono sonó cuando terminé de comer. Al contestar, me llevé otra sorpresa.

—Hey, Stark—era Barnes.

—¿Qué quieres? Arruinas mi mañana.

—Necesito que hablemos.

—¿Está Steve contigo?

—No... pero si no quieres, no te digo nada.

—¿Decirme qué?

—Cómo es que Steve te olvidó.

Me desperté por completo cuando dijo eso. El porqué, ahora, Barnes había decidido contarme lo que durante días me había negado era un misterio. Pero...

—¿No quieres saber? Bueno, que conste que te iba a decir.

—Maldita sea, Barnes, deja de jugar conmigo. Por supuesto que quiero saber. ¿Dónde te veo?

Quedamos en el café dónde nos habíamos encontrado la noche anterior. Al llegar, esperé ver a Steve, pero obviamente, él no estaba ahí.

—¿Qué te pasó en la mano?

—Nada de importancia—mi vendaje estaba un tanto mal hecho, el que había hecho Steve la noche anterior era perfecto, pero tuve que quitármelo para darme una ducha —. ¿Por qué vas a decírmelo ahora, eh?

—Porque, no sé qué le habrás dicho, pero esta mañana Steve parecía estar muy contento.

—¿En serio? ¿Viste a Steve esta mañana?

—Sí, entrenamos juntos cada mañana. No es como si no lo supieras— eso era cierto, y esa había sido la razón por la que no lo encontré al despertar —. Hace tiempo que no lo veía así. Por eso creo que debe recuperar sus recuerdos. En eso sólo tú puedes hacer algo.

—¿Sólo yo?

—Claro, es todo obra tuya... bueno, casi.

—¿Qué quieres decir?

—Cuando terminaste con Steve, le dijiste que no querías que te buscara, que fueran... déjame recordar... "alguien" que pasó por sus vidas y ya. Ser incluso menos que extraños. ¿Sabes cuánto le dolió eso?

—Me lo imagino.

—No, no tienes idea. Él sabía que no podría, que tarde o temprano iría a buscarte, te llamaría o propiciaría algún encuentro. Necesitaba olvidarte, pero olvidarte en serio.

—¿Y decidió borrarme de su memoria?

—Sí. Cuando fui a buscar sus cosas en tu casa, Steve también estuvo ahí.

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⏰ Última actualización: Jul 07, 2017 ⏰

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