No sé porqué pero, cuando me dí cuenta, ya estaba corriendo hacia el patio donde estaban todos grabando la pelea. Bajaba las escaleras color cemento, ya que nunca las habían pintado. Era como un lugar olvidado al que nadie le importaba. El olor a construcción invadía las oscuras escaleras, pero de tantas veces que había visitado ese sitio,ya me había acostumbrado. Era una escena hermosa subir por ese estrecho y negro lugar, pero al abrir la puerta al patio/terraza toda la oscuridad se borraba y dejaba paso a la luz del sol.
Ese lugar secreto se parecía a una terraza pero a un patio a la vez. Ya que estaba unos pisos arriba de las aulas, sin embargo estaba decorado con pasto natural e incluso el árbol donde, debajo, siempre leo. Parece el paraíso, aunque nunca entendí cómo fue posible hacer dicho sitio. Algunos arquitectos son capaces de hacer milagros, al parecer.
Abrí la puerta que daba al extenso patio descubierto del colegio. Me tropecé con la escalera por la velocidad con la que estaba corriendo y me abrí paso entre la multitud que gritaba "¡Pelea, pelea!", se reía o tenía su celular en la mano.
— ¡Ten más cuidado, idiota! — Me gritó una chica a la que empujé, pero no le presté atención.
Toda la gente a la que sacaba de mi camino me empezó a mirar, algunos con cara de enojo, otros sorprendidos y la gran mayoría con cara de "¿Quién se cree esta como para tocarme?".
Cuando por fin llegué al centro de la muchedumbre, donde se encontraban los dos contrincantes, me frené y jadeé del cansancio, pero nunca desvié la mirada de Tyler. Los dos adolescentes pararon la pelea y me miraron extrañados. Mike estaba con todo el pelo alborotado. Con un moretón en el ojo derecho y una cortadura en el cuello. También le sangraba la boca.
Pero Tyler... a pesar de las heridas, no parecía importarles mucho. Le sangraba la nariz y tenía una mancha violeta en la mandíbula. Un mechón de pelo le caía en su sorprendida cara mientras mantenía los puños cerrados. Abrió la boca para decir algo, pero lo interrumpieron.
Mike aprovechó el momento para darle un puñetazo en la mejilla y tirarlo al piso. Ahogué un grito. Estaba dispuesto a patearlo, pero Tyler se reincorporó con velocidad. Agarró a Mike y lo golpeó sucesivamente con la rodilla en el estómago.
Tragué saliva y me llevé las manos a la boca. Nunca había visto tanta violencia en dos seres humanos. Sí indiferencia, pero no agresividad. Parpadeaba cada vez que él le asestaba golpes a su enemigo. Entonces, lo enderezó y se dispuso a darle el golpe final, pero yo me interpuse. Agarré a Tyler de la remera con gran desesperación.
— ¡Tyler! ¡Basta! ¿Qué te pasa? ¡Suéltalo! ¡Lo vas a matar! — Gritaba mientras trataba de tirar hacia atrás a Tyler.
Él intentó liberarse de mí, pero no lo logró. Admito que tenía bastante fuerza el bastardo. Hacía movimientos con el brazo para que lo soltara. Hasta que me empujó y caí al suelo. Todos hicieron silencio. Hasta Mike parecía sorprendido. Tyler soltó a su víctima y se dio vuelta para mirarme. Parecía preocupado e incluso asustado. Por un minuto pensé que iba a salir corriendo.
Lo miré desde el suelo. Por primera vez en mi vida, me sentí asustada de un hombre.
El chico de hipnotizantes ojos se acercó y se arrodilló para verme cara a cara. Sus ojos agresivos cambiaron a unos tristes.
— Perdón, no fue mi intención — Tragó — De verdad, no quise hacerlo.
Me alejé un poco, pero podía ver la verdad en su cara. Miré a todos la gente que nos rodeaba y un sentimiento de enojo me invadió. Tyler me ofreció su mano, pero la rechacé. Me reincorporé y abrí los brazos con las palmas al cielo.
— ¿Qué están mirando todos? — Quise mostrar indiferencia — No pasó nada. Dejen de mirarme como unos estúpidos. Ya váyanse, por el amor de Dios. —
Tyler seguía mirándome fijamente, tratando de no encontrar ninguna herida. Cuando por fin se giró para ver al público silencioso, habló.
— Tiene razón — Puso cara amenazadora — Váyanse.
Mike entrecerró los ojos y nos miró a ambos. Levantó la cabeza para darle a entender a Tyler que esto no quedaría así y se fue cojeando. Todos entendieron que la pelea había terminado y comenzaron a esparcirse por el gran patio sin techo.
El joven que me había empujado se acercó más a mí.
—¿Segura que no tienes nada? — Sus ojos parecían realmente preocupados
— Sí, no tengo nada. — Le di la espalda para volver a mi lugar secreto, como si nada hubiera pasado — Déjalo así.
— Espera — Me agarró la muñeca para que no me fuera — Quiero hablar contigo, ¿puedo?
Me giré para verlo a la cara y entonces sonó el timbre anunciando que el recreo había finalizado. Todos los estudiantes se amontonaron en la escalera para volver a las aulas, pero Tyler y yo no nos movíamos.
— Tenemos que ir a clase —
— No necesariamente — Rió y me soltó para darme la libertad de elegir si ir con él o volver al aula para tener la aburrida clase de geografía. — Es claro que te salteaste una clase antes de este recreo y no creo que fuera la primera vez. ¿Vienes conmigo o no? —
— ¿Quieres escaparte del colegio? — Lo acepto, esto no lo había hecho nunca. Sí, no fui un par de veces a ciertas clases, pero, ¿escaparme del colegio? Ni siquiera se me había cruzado por la cabeza.
— ¿No quieres? — Apareció una media sonrisa en su cara, desafiándome. Me tendió la mano.
Dudé por un segundo. Era obvio que iban a llamar a mis padres para anunciarles mi ausencia. Estarían furiosos conmigo. Pero... ¿y qué?
— Por supuesto que quiero — Acepté dándole mi mano y dejando que me guiara a quién sabe dónde.
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Estoy aquí para ti
RomanceEllie es una chica a la que toda la vida se la pasaron traicionando. La usaban, la manipulaban y la abandonaban cuando más los necesitaba. Después de todas esas experiencias, Ellie aprendió a confíar sólo en ella misma y en nadie más. No permitía qu...