El despertar.

— ¡Daniel!— di un pequeño brinco en mi asiento— . Presta atención a la clase, después estás alegando de que te va mal. Además, deja el celular de lado, a la próxima, te lo quitaré.

Seguí con la mirada fija hacia la profesora quién me desafiaba apuntando el celular con su dedo índice. Mientras bajé la mirada para guardar el dispositivo móvil, me percaté que la mitad de la clase estaba concentrada en mirarme.

Suspiré rodando los ojos y guardé el celular.

Cuando la profesora se da vuelta hacia la pizarra, mi celular se resbala de mi bolsillo cayendo e impactando con el suelo.

— Mierda— susurré.

— Daniel Lowell— mantuve la mirada hacia el suelo, mientras escuchaba algunas risitas de parte de los alumnos— . Entrégueme el celular, ahora. Tendrá que venir su apoderado a retirarlo.

Recogí el celular y se lo entregué de mala manera, o sea, bruscamente.

Me miró aparentemente molesta y agregó:— A dirección.

Corrí mi silla hacia atrás, molesto también. Camino con paso firme hacia la puerta, me doy vuelta, realizando una última mirada hacia el salón, luego a la profesora y en un susurro le dediqué un "zorra", no se percató, ya que en ese momento estaba pendiente de anotarme en el libro de clases.

Mientras caminaba por los pasillos vacíos del instituto y con las manos en los bolsillos, iba pensando.

Pensaba en mis padres, estaban de viaje. Y aparentemente no volverían en unas semanas, quizá meses. Lo que significaba que no tendría mi celular en un largo tiempo. Lo peor de esto es que mañana sería mi cumpleaños, y unos dos meses atrás mis padres dijeron que estarían aquí, obviamente, mintieron.

Mientras seguía pensando, sentí como si el suelo se estuviera moviendo, algo parecido a un temblor, pero demasiado leve. Me detuve y arriba mío, una ampolleta empezó a titilar.

Empecé a mirar hacia atrás, no había nadie en los pasillos; todas las luces del pasillo se empezaron a apagar, una por una, hasta que quedé completamente a oscuras. Con mi mano izquierda intenté encontrar la pared, hasta apoyarme en ella.

Pasaron unos 5 minutos y antes de que pudiera pensar en reaccionar, los parlantes emitieron un sonido muy agudo a lo que me tuve que tapar los oídos. Hasta que la voz del director hizo aparición.

Mantengan la calma. Agarren lo más importante y su profesor a cargo los llevará al gimn...

Se oyó una voz irreconocible, como si un alien hubiera hablado, luego un gemido de dolor de parte del director me hizo entrar un poco en pánico.

— ¡Corran! ¡Es una emergenc..

Otra vez no alcanzó a terminar la frase, pero esta vez no hubo sonido alguno. Hubieron unos 10 segundos de silencio absoluto, hasta que las luces rojas de emergencia comenzaron a prenderse.

— Emily — pensé instintivamente en mi hermana menor, se encontraba al otro lado del pasillo.

Empecé a correr, pero la multitud que ya estaba saliendo de sus aulas corriendo urgidos y además en dirección contraria a mi, me impedían llegar más rápido hacia mi hermana.

Más de una vez tuve que empujar a alguien para poder avanzar.

Llegué al final del pasillo, donde debía estar el aula de mi hermana. Pero no era necesario entrar, ya que había una persona, creo que sujetando a una niña.

— ¿Emily?— me acerqué con precaución, la supuesta persona que estaba "sujetando" a mi hermana, realizaba unos ruidos demasiado extraños, no parecía como si solo estuviera sujetandola— . ¿Disculpe?— posé mi mano en su hombro, grave error.

Este se giró, vi su rostro, tenía los ojos blancos, con venas negras en ellos. Su boca sangraba, o eso creí, cuando vi el cuerpo que sostenía. Retrocedí rápidamente.

Una lágrima cayó por mi mejilla. El ser enfrente mío comenzó a levantarse y a caminar hacia mí.

Yo estaba en un momento de shock, estaba a unos 2 o 3 metros de aquel "ser", pero me mantuve quieto. Era bastante alto, por lo que no me dejaba ver a mi hermana, que debía estar detrás de él. Vi sus pisadas, marcadas por sangre. Logré ver por detrás de su espalda, Emily estaba rodeada de sangre, y te... y tenía su estómago completamente..abierto.

Cuando el ser se encontraba a unos dos metros, me dejé caer de rodillas, miré hacia arriba con los ojos llenos de lágrimas. Grité como nunca había gritado, un grito de dolor. Dejé caer mi cuerpo hacia adelante, colocando mis manos en el suelo. Mordí mi labio inferior, demasiado fuerte, ya que este comenzó a sangrar.

Miro hacia arriba, y el ser ya estaba demasiado cerca.

Sea lo que sea ese extraño ser, no perdonaría lo que le hizo a mi hermana.

Literalmente se lanzó hacia mi, realicé una "vuelta de carnero" hacia mi costado. Haciendo que el ser extrañamente cayera al suelo. Con torpeza éste último no se pudo levantar y tomé ventaja para ir a ver a mi hermana o... lo que quedaba de ella.

Llegué rápidamente a su lado y me arrodillé ante ella, con mis brazos la rodeé débilmente mientras susurraba maldiciones.

Sin embargo, en aquel trance en el cuál estaba sumergido, logre escuchar un fuerte golpe, que me hizo girar.

Stay AliveWhere stories live. Discover now