El esperado día llegó. Hermione los esperaba en la estación de autobuses.
-A qué viene? -Preguntó Draco antes de que las chicas pudieran saludarse.
-A recibirlo y llevarlos a su hotel. -Respondió Hermione.
-No seas grosero, te dije que te quedaras! -Le regañó Gynni y abrazó a su amiga. -Te extrañé mucho. -La mirada de Draco decía que él también.
-Y yo a ti. -Le respondió a los dos. Draco no estaba seguro de eso. Pero como sea, no encontraba donde esconder la cabeza.
-Vamos a lo que viniste. -El chico cogió las maletas y avanzó.
-Gruñón. -Dijo la castaña a sus espaldas.
En la madriguera...
-Oh wao, así que eres amiga de Hermione... -Habló la Sra Weasly.
-Así es. -Dijo emocionada. -Este lugar es muy acogedor. Se siente familiar...
-Es porque es una casa. -Susurró Draco y de inmediato recibió un golpe discreto por parte de las dos chicas. No le desagradó tanto. Estaban fuera del trabajo y si Hermione podía golpearlo sin temor ni ser profesional, de qué más sería capaz? Se quedó observándola fijamente. Ella se sentía incómoda, quizás lo había molestado. Pero nadie se daba cuenta de los debates internos de estos dos, los pelirrojos estaban muy entretenidos entre si.
En la cena, Fred y George hacían bromas y contaban chistes, la Sra Molly los regañaba mientras Arthur trataba de calmarla. Ron estaba muy pendiente a los recién llegados, Percy estaba un poco avergonzado, Charlie estaba en una foto y Bill reía como loco junto a Gynni. Draco la vio tan feliz. No la había visto reír tanto en una cena. Para ser sinceros, él también se estaba divirtiendo. Hermione estaba un poco ansiosa.
Draco estaba despierto. Como siempre, no había dormido el tiempo que hubiera querido. Veía por la ventana y vio a Hermione acercarse. Se puso ropa y bajó a oír lo que pasaba.
-Hola mi niña! Buen día!
-Buen día Sra. Weasly. Despertó Gynni? No, parece que el viaje la cansó.
-Está bien. Vendré luego. -Salió. Inmediatamente se cerró la puerta, el rubio bajó.
-Buen día. -el rubio saludó y salió a toda prisa. Siguió a la castaña.
La vio acercarse a un asilo de ancianos, los cuales la esperaban contentos en la puerta. La abrazaban y aplaudían. Entraron. Draco no supo más de ella hasta hora y media después. Ella salió y entró a una cafetería. Saludó a los empleados y como lugar estaba muy lleno, se puso uno de los manteles rosa que usaban las meseras y se puso a servir. Había un chico muy coqueto siguiéndole el paso, ella se veía alagada pero un poco incomoda. Dos horas después, fue al parque y jugó pelota con algunos niños, reparó unas cuantas muñecas sin cabeza y se balanceó en los columpios.
Luego de ahí fue a comer a una pizzería. Draco entró sin ser visto y se sentó en una mesa alejada. Por qué la espiaba? Ambos ordenaron y él se sorprendió al ver que también eligió pasta. Pudo ver que antes de irse, el mesero le pasó un papel. Será su número? Que descarado. Eran celos lo que sentía?
La castaña fue a un establo y se encontró con el pelirrojo llamado Ron. Este le dio un abrazo emotivo y demasiado enérgico para su gusto. Quería ser él quien tuviera ese privilegio. Acarició a cada caballo que allí estaba. Los trabajadores pusieron la canción Attention de Charlie Puth... Qué? Él también escuchaba música. Se encontró bailando al ritmo de la misma. Tanto le gustaba que olvidó por qué estaba en aquel lugar. Miró sus pies tratando de imitar los movimientos que había visto en Youtube. La música subió de volumen y él extendió los brazos y miró hacia arriba. Se movió más libremente.