Comienza la historia de Rachel Ayala, una joven de 22 años recién graduada de la universidad de la carrera de ciencias políticas, en la ciudad de Guatemala, el día de su graduación estaba lista para recibir el titulo, con su familia en el público. "Ahora la declaramos Lic. Rachel Mary Ayala" dijo el señor que entregaba los diplomas en el podio. Rachel llego y tomo su diploma, luego se tomo la foto de su graduación, sin que su familia supiera que estaba fingiendo la sonrisa. Rachel se había graduado, como profesional se miraba completa, pero de una persona realizada estaba incompleta. A Rachel no le gustaba observar el mundo como realmente era, si no como debería ser... Un mundo donde todos pueden ser lo que desean y donde todos puede ser lo que realmente son, sin importar lo que piensen o digan los demás.
Ella no se sentía bien cuando se regreso a sentar a su silla.
-Rachel... ¿te sientes bien? le pregunto su amiga Fabi, su mejor amiga de la Universidad.
-Sí, sí, yo... emm estoy bien... dijo Rachel titubeando, ella sabía que no estaba bien.
-Tú no sabes mentir... ¿Oye ya les dijiste a tus papas sobre la decisión que tomaste y a donde te vas? le pregunto Fabi.
Lo que ella sabía era algo que Rachel le confió secretamente, porque tenía un plan para su vida y estaba decidida a hacerlo, porque era parte de cumplir su deseo de vida.
-Todavía no les digo, Fabi... pero lo hare lo más rápido que pueda. Además... el vuelo sale mañana en la tarde. Dijo Rachel susurrando.
La ceremonia concluyó y todos los graduandos lanzaron sus birretes al aire para festejar. Todos estaban a punto de ir a festejar pero Rachel antes se fue con su familia a darles las gracias por haber llegado y festejar después como cualquier graduado lo hace. Sus padres rápidamente platicaron del tema de comenzar a trabajar en el congreso, como abogada, etc. Pero ella no estaba dispuesta a seguir fingiendo la sonrisa delante de ellos y seguir aceptando sugerencias de trabajos que a ella no le interesaba, en especial en un trabajo donde la gente desconfía de los trabajadores, los acusa por ser mentirosos y saben que dependen de otros para obtener dinero no merecido. Y Rachel no pensaba que necesitaba tener un trabajo donde importara más el dinero, ella quería trabajar en algo que la hiciera feliz y siempre se demostrará como es en realidad y demostrarselo al mundo sin miedo alguno, ya que cuando era niña nadie en la escuela creía que podría llegar lejos como actriz, como cantante o bailarina que hasta llegaban a darla por una chica rara; algunos creyeron que se le iba a pasar el gran deseo de triunfar como artista cuando creciera, pero eso nunca lo olvido. Ella quería ser parte de ese mundo.
-Mama... papa... tengo que decirles algo a solas por favor... les dijo Rachel.
-Muy bien hijita, pero nos dices en la casa porque hay un gran banquete esperándote. Dijo su mama.
Cuando llegaron a su casa, Rachel estaba más nerviosa que nunca porque necesitaba decirle a sus papas que se iba a California al día siguiente para conseguir su sueño de trabajar en una producción escénica en Los Ángeles como bailarina o actriz. Para sus padres no era tan importante eso como trabajar en algo que si valiera la pena, pero ella sabía que ya era hora para tomar las riendas de la vida y poder ser lo que ella quería ser. Prefería trabajar en algo que expresara la verdad de sus propios sentimientos, en vez de trabajar en algo que la gente sospeche que si está haciendo bien su trabajo o no.
Más tarde la familia se coloco en la mesa y todos conversando entre todos. El papa de Rachel se levantó de la mesa con la copa de vino en la mano, eso significaba que quería brindar por algo, y junto a él se levantó la mamá de Rachel y ambos comenzaron a hablar y agradeciéndole a todos por haber llegado y decirles algo súper importante...
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Wonder World: Desafiando La Realidad
FantasyEsta es la historia de Rachel Ayala, una joven de 22 años recién graduada de la universidad que decide salir de su país, para dejar de seguir la carrera que sus padres habían escogido para ella e irse por lo que ella siempre había querido ser, ser a...