Capitulo 6.

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Capitulo 6.

Prendí la televisión y baje su volumen a casi inaudible. Eso haría pensar a mi madre que ya estaría durmiendo, o al menos eso pienso yo. Diez minutos, veinte, treinta: Una hora. Salí de cama, ya eran las una de la madrugada, momento perfecto para ir en busca de Lucy. 

Salí de mi habitación con las zapatillas en una de mis manos, y el maletín en la otra. Abrí lentamente la alcoba de mi madre para saber si dormía, lo hacía, parecía cansada. Pero para asegurarme, hable. —¿Mamá? —Dije en un tono bajo.

—Sh —Se quejo dando la vuelta. 

Dormía, o al menos algo dormía. Camine por los pasillos hasta llegar a la escaleras, estaba listo. Huiría con ella y por fin en la vida, podía ser feliz a su lado.

Me introduje al auto, observe mis pies, necesitaba recordar si me coloque calzado, estaba tan nervioso que a poco recordaba mi nombre. Suspire —¿Estaba o no listo? Si de algo estoy seguro es que estoy realmente nervioso. 

Estacione mi auto a un lado de la casa. Tome mi celular y marque su número, para mi tan buena suerte, no respondió. Marque nuevamente el y casi al cuarto tono lo hizo.

—Lucy -Dije- —Ya estoy listo ¿Tu?

—-También, saldré por la ventana, como siempre ¿Si?

—Estaré esperanto -Dije mientras esbozaba una sonrisa en mi rostro- Te amo.

—Yo igual -Juro que sonrío- Ya salgo amor —Dicho esto, corto.

Habían pasado cinco minutos, y no había señal de Lucy, ni siquiera había luz en su habitación. Diablos ¿Que sucedía? ¿Y si salía? Pero... ¿Si estaba su padre? ¡Al diablo con eso! Iré en busca de Lucy.

Camine por el costado de la casa, hasta llegar a su habitación. No había movimientos, no había absolutamente nada. ¿Estaba allí? Junte fuerzas para enfrentar a su padre, si es que lo estaba. Y golpee la ventana. Su rostro apareció al instante que se abrieron las cortinas. Fue allí cuando me dije ¿Por que no salió?

Pero no era momento de eso, solo quería huir. Ella abrió las ventanas, ni siquiera pregunte algo, solo bese sus labios y tome la maleta que llevaba en su mano. La deje a un lado y tome su mano para ayudarla a cruzar.

—¿Estas lista? —Pregunte.

—Creo que si.

—Tu padre duerme ¿Cierto?

—Si -Sonrío- —Estoy tan feliz -Dijo aforrándose a mi por la cadera, y hundiendo su rostro en mi pecho.

—Yo igual preciosa -Tome su rostro- —Pero hay que apurarnos ¿Si?

—Vamos -Dijo tomando su bolso.

—Déjame que lo cargue —Dije.

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Escritora » Anggie Twitter » @kaatthriin

Enamorado de un Espejismo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora