-Sera el robo mas extraño de toda la historia –Daniela frunció el ceño
-Lo que no se les ocurra a estos –Lili rio mientras la peinaba
-No voy a saber como comportarme –Daniela suspiro
-Tu imagina que tienes dinero y que todo te importa un pimiento –Lili se encogio de hombros
-¿Hacen esto muy a menudo? -Dani la miro a través del espejo
-Yo solo les ayude en dos ocasiones –Sonrio –Me alegra tener alguien con quien charlar mientras ellos hacen su trabajo.
-Ni siquiera se quienes son los novios –Bufo molesta
-Eso no importa –Lili rio –Habra demasiada gente, creeme. –se alejo un poco y la miro con aprobación –Listo
-Bien –Daniela se levanto del asiento y se sintió extraña caminando con ese vestido, con los tacones, con el pelo recogido, los brillantes en sus orejas, tanto maquillaje. Eso si, nadie la reconocería.
-Vamos, estarán impacientes –Lili abrió la puerta y Dilan callo al suelo -¿Estabas escuchando a escondidas?
-No, no, no, bueno, un poco –El se levanto rápidamente –Es que me mandaron a averiguar porque tardáis tanto.
-Pues ala, vamos –Lili negó con la cabeza y salio por la puerta
-Joder –Dilan miro a Dani de arriba abajo –Va a ser una boda muy larga
-¿Por? –Daniela fruncio el ceño
-Es la primera vez que voy a tener a una novia a mi lado a la que no puedo tocar –el hizo una mueca –Y tu estas para tocarte
-Pues guarda las manitas en el bolsillo o te las corto –Respondio seria, pero estaba aguantando las ganas de reir.
Todo estaba listo, Cristian y Raul, estarían en el salón, trabajando como camareros, mientras ellos llegarían como dos parejas mas invitadas a la celebración. Dexter y Lili y ella y Dilan. Cada uno en su coche.
Daniela creyo que después de la ostentación que ya habia visto no podía sorprenderse, claramente se equivocaba. Aquella mansión era gigantesca y también llena de seguridad, eso fue lo que mas la asusto. Habia gente por todos lados, una preciosa estatua de hielo en la mesa central de la sala y camareros con bandejas repletas de copas por todos lados. Mesas redondas totalmente blancas con un inmenso jarrón de rosas rojas, estaban repartidas por todo el lugar.
-Relajate –Lili sonrio al ver como se tensaba a
-Vamos querida –Dilan coloco una mano en su espalda ¡Muy abajo! Ella le miro de reojo y apretó los dientes imitando una sonrisa. Caminaron atraves de la sala hasta la mesa en la que estaban sus supuestos nombres. Por supuesto Raul y Cristian se habían encargado de eso.
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Un Juego Peligroso
Romance-¿Te atreves a jugar?- Y todo comenzó con esa simple pregunta ¿Cómo había llegado hasta esta situación? No es que fuera la chica mas respetable del mundo, ¿pero esto? Lo peor era que se divertía, le gustaba estar con ellos, disfrutaba robando y sob...