Capitulo 16: Celos de hombre

39.6K 2K 43
                                    

 

 

 

 

-Sera el robo mas extraño de toda la historia –Daniela frunció el ceño

-Lo que no se les ocurra a estos –Lili rio mientras la peinaba

-No voy a saber como comportarme –Daniela suspiro

-Tu imagina que tienes dinero y que todo te importa un pimiento –Lili se encogio de hombros

-¿Hacen esto muy a menudo? -Dani la miro a través del espejo

-Yo solo les ayude en dos ocasiones –Sonrio –Me alegra tener alguien con quien charlar mientras ellos hacen su trabajo.

-Ni siquiera se quienes son los novios –Bufo molesta

-Eso no importa –Lili rio –Habra demasiada gente, creeme. –se alejo un poco y la miro con aprobación –Listo

-Bien –Daniela se levanto del asiento y se sintió extraña caminando con ese vestido, con los tacones, con el pelo recogido, los brillantes en sus orejas, tanto maquillaje. Eso si, nadie la reconocería.

-Vamos, estarán impacientes –Lili abrió la puerta y Dilan callo al suelo -¿Estabas escuchando a escondidas?

-No, no, no, bueno, un poco –El se levanto rápidamente –Es que me mandaron a averiguar porque tardáis tanto.

-Pues ala, vamos –Lili negó con la cabeza y salio por la puerta

-Joder –Dilan miro a Dani de arriba abajo –Va a ser una boda muy larga

-¿Por? –Daniela fruncio el ceño

-Es la primera vez que voy a tener a una novia a mi lado a la que no puedo tocar –el hizo una mueca –Y tu estas para tocarte

-Pues guarda las manitas en el bolsillo o te las corto –Respondio seria, pero estaba aguantando las ganas de reir.

Todo estaba listo, Cristian y Raul, estarían en el salón, trabajando como camareros, mientras ellos llegarían como dos parejas mas invitadas a la celebración. Dexter y Lili y ella y Dilan. Cada uno en su coche.

Daniela creyo que después de la ostentación que ya habia visto no podía sorprenderse, claramente se equivocaba. Aquella mansión era gigantesca y también llena de seguridad, eso fue lo que mas la asusto. Habia gente por todos lados, una preciosa estatua de hielo en la mesa central de la sala y camareros con bandejas repletas de copas por todos lados. Mesas redondas totalmente blancas con un inmenso jarrón de rosas rojas, estaban repartidas por todo el lugar.

-Relajate –Lili sonrio al ver como se tensaba a

-Vamos querida –Dilan coloco una mano en su espalda ¡Muy abajo! Ella le miro de reojo y apretó los dientes imitando una sonrisa. Caminaron atraves de la sala hasta la mesa en la que estaban sus supuestos nombres. Por supuesto Raul y Cristian se habían encargado de eso.

Un Juego PeligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora