Capitulo 21: Miedo

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El sonido de un teléfono inundo la habitación, Dani se removió incomoda y sintió como Raul la apartaba de su pecho para levantarse.

-Hola preciosa –Dani frunció el ceño al oírle –No te preocupes, te dije que tenia cosas que hacer –y Raul salió de la habitación tratando de hacer el menor ruido.

Justo en el momento en que la puerta se cerro Dani se incorporó en la cama con la mirada perdida. ¿Preciosa?

Cuando escucho los pasos de el regresando a la habitación volvió a recostarse en la cama y espero a que entrara.

-¿Ya estas despierta? –Raul la miro con una sonrisa y comenzó a vestirse

-¿Te vas? –Dani trato de sonar como si no fuera importante

-Tengo cosas que hacer –El se abrocho el pantalón y después se puso la camiseta

 

"Ya te dije que tenia cosas que hacer" Eso es lo que le había dicho a la mujer que le llamaba por teléfono, lo mismo que le estaba diciendo ahora.

 

-Eh ¿Estas bien? –Raul la miro con el ceño fruncido

-Si –Asintió mirándole a los ojos

-Nos veremos mañana para tu fiesta –le guiño un ojo –Dilan o Cristian te llamaran para darte detalles.

Y salió de la habitación cerrando la puerta tras el. Y todo volvió a la normalidad, el se marchaba, ella se quedaba en el apartamento sola y esperando a que la llamaran para organizar un robo. ¿Era así como el quería que estuviera todo?

 

 

………………………………… AL DIA SIGUIENTE ……………………………….

 

Aunque estaba bailando subida a aquella barra, aunque dejaba que su cuerpo sintiera el ritmo de la música y una sonrisa estaba dibujada en su rostro, su mente estaba muy lejos. Dani era consciente de que estaban en la fiesta, de que tenia que bailar, que esta noche tenían otro robo entre manos. Pero no podía dejar de dar vueltas a aquella llamada que había recibido Raul y mucho menos a su forma de hablar, claramente con una mujer.

Estaba cansada de ser un juguete en sus manos, cansada de hacerse la tonta y dejar que el siguiera su maldito juego. Desde que se marcho de su casa ayer en la mañana no había vuelto a saber nada de el, ni siquiera para informarla del plan, Fue Cristian quien la llamo y le conto todo.

-¿De quien es la moto que esta aparcada ahí fuera? –La voz del dueño de la casa se oyo entre la música

-¿Qué moto? –Otro pregunto frunciendo el ceño

-La que hay aparcada al lado derecho de la cerca, mis hombres de seguridad la han visto allí –el se encogió de hombros

-Mierda –Dani se bajo de la barra rápidamente ignorando a su amiga que no paraba de gritarle preguntándole donde iba –Eh, disculpen –Se paro ante el que ahora mismo la tenia contratada y el segurata –La moto es mía, la deje allí aparcada para que no moleste.

Un Juego PeligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora