Capítulo 1

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Actualmente

-Hunter puedes venir- digo apenas el contesta su celular

-Ya voy Phoe- Dice y cortó la llamada

Me encuentro encerrada en mi pieza junto a mi pequeño hermano Aiden de tan solo seis años. Nuestro padre ha vuelto borracho y drogado a casa ha intentado abusar de mi y pegarle a mi hermanito pero gracias a dios he logrado salir de ahí y que ambos llegáramos a mi pieza.

Siento que golpean la ventana de mi habitación y voy rápido a abrirle a Hunter. Que ha trepado para llegar a mi balcón.

-Hola pequeña- dice él en mi oído mientras yo lloró y lo abrazo -Ya pasó, ya estoy acá- y me devuelve el abrazo

Nos separamos del abrazo y Hunter nos dice que bajemos por el balcón de mi habitación. Él va primero ayudando a Aiden a bajar y yo voy última. Logramos salir pero cuando estamos llegando al auto de Hunter mi padre sale de la casa y viene hacia nosotros. Corremos al auto y cuando estoy por entrar me agarra de los pelos y tira hacia atrás logrando que me caiga sentada en el piso.

Hunter logra separarlo de mi pegándole una piña en la nariz y dejarlo tirado en el piso, me pongo de pie y antes de subir al auto le pegó una patada en la zona más débil y subo al auto. Me doy vuelta y le pongo el cinturón de seguridad a Aiden y luego me lo pongo yo. Hunter sube al auto y hace lo mismo

-Sácame de aquí Hunter- Lo miró con lágrimas en los ojos, ya no aguanto más esta situación. El no dice nada, se da vuelta y observa a Aiden le hace una seña preguntándole si está bien. Él asiente

Pone en marcha su auto y nos vamos. El trayecto es silencioso ninguno dice nada solo se escucha unas canciones de Ed Sheeran que puso Hunter ya que a los dos nos gusta.

Mientras escucho la letra de Afire love mi mente divaga en el futuro.

Que sera de ahora en adelante de mi y de Aiden él es mi vida entera, aunque no lo lleve en mi panza él es como mi hijo ya que yo fui quien lo crió ya que nuestra madre nos abandonó tras su nacimiento y desde ese entonces yo me encargue de él, como mi padre no estaba nunca en casa y cuando aparecía estaba ebrio o drogado. Una vez cuando Aiden era pequeño de apenas unos meses, lo culpo de que nuestra madre nos abandonará y lo golpeó. Aiden ahora es sordomudo por los golpes que mi padre le dio ese día y yo no pude hacer nada ya que me tenía atada de brazos y piernas, luego de eso no lo toco nunca mas a el pero se la agarraba conmigo me golpeaba o me violaba.

En cuanto a Hunter desde el primer día que lo vi en la escuela nos volvimos inseparables, él sabe todo lo que es mi vida y yo se la suya desde principio a fin.

Luego de un rato llegamos a su apartamento bajamos y como Aiden está dormido Hunter lo carga y yo voy a llamar al ascensor, subimos, abro la puerta de su piso, entramos y él va a la habitación de invitados a dejar a mi hermano.

Voy a la cocina a buscar un vaso de agua, bebo un sorbo y dejo el vaso en la mesada, apoyo mis manos en la misma y agacho la cabeza.

Siento unos brazos que me envuelven alrededor de mi cintura y apoyó mi espalda y cabeza en el pecho de Hunter mientras que envuelvo sus brazos con los míos. Nos quedamos un rato así hasta que el me hace girar para ver su cara, sus ojos azules aguados mirándome fijamente mientras que con una mano acaricia mi mejilla. Cierro mis ojos y apoyó mi cabeza en su mano.

-No puedo más Phoe- dice y abro mis ojos para mirarlo -No quiero, no aguanto mas verte sufrir por ese hombre que te ha maltrato siempre-

-No se que hacer…. Tengo miedo por Aiden, por mi- digo mirándolo a los ojos -Quiero que todo esto termine Hunter, no tengo más fuerzas para seguir, no tengo dinero, no tengo un hogar para Aiden, no tengo nada-

-Tienes a Aiden- se acerca a milímetros de mis labios, tanto que hasta siento su respiración -Me tienes a mi, y juro que jamás te voy a dejar, quedate conmigo Phoe- acortó el espacio entre nosotros y lo beso. Nos separamos por falta de aire, el junta nuestras frentes -Nunca te voy a dejar sola pequeña- susurro y con la respiración agitada y vuelve a juntar sus labios con los míos

Es un beso lento, dulce, necesitado por parte de ambos, entre nosotros siempre hubo una chispa pero nunca quisimos llegar más lejos por miedo a que nuestra relación terminará mal, y no queríamos perder nuestra amistad. 
Bajo sus manos hasta mis muslos haciendo que yo enrede mis piernas en su cintura y se encamina hasta su habitación sin separarnos del beso

Eres míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora