Un mal dueño.

642 77 15
                                    

Bang bufo por la luz y el fuerte ruido proveniente de algún video juego de afuera. Se incorporó aun sin salir de la cama y despeino su pelo.

-¡Muere, muere!

Escucho gritar a Tuki demasiado alebrestado.

Muy molesto se levantó y salió con intención de regañarlo por ser escandaloso tan temprano. Cuando abrió lo vio con una mirada asesina.

-Buenos días, amo-Tuki pauso el juego para levantarse y pararse frente a él-¿Cómo amaneciste hoy? -le sonrió sereno.

El mayor quitó esa mirada hacia su mascota y repentinamente se puso nervioso.

Recordar el beso que le dio, le causo algo extraño... Realmente no estaba del todo enojado con él, no podía enfadarse con ese chico a pesar de las tonterías que hacía y eso era muy raro. No podía regañarle como quisiera, no después de recibir una sonrisa honesta a cambio de su mal trato como todo mal dueño.

-Hoy tú preparas el desayuno-sentenció antes de regresar a su habitación.

A Tuki le gustaba cocinar y si era para su amo, mejor. Sabía que lo que había hecho anoche no había sido correcto, sin embargó, no estaba arrepentido, al contrario, estaba más que feliz ya que sintió tan lindo ese beso que las ganas de repetirlo estaban presentes y más porque Bang quedó helado.

Termino de preparar la sopa de kimchi, carne de nevera y verdura cocida en salsa de soya.

Fue a tocar la puerta de su amo. No tuvo respuesta, entonces abrió.
-Amo, el desayuno está listo -se acercó a la cama-, prepare...

-No pases-se levantó para empezar a tender la cama.-De nuevo tienes prohibido entrar aquí.

-Ah, bien-sonrió -. Entonces espero a fuera, no tardes porque se enfriara y así no sabrá rico.

Tuki salió a desayunar sin su amo, por un momento pensó que no desayunaría con él.

Pero cuando Bang llegó a la mesa, rápido se apresuró a ofrecerle algo de lo que había preparado, le sirvió un poco de todo. Notoriamente Bang estaba evitando mirarlo al rostro y hacia como si la comida le hablara.

-¿Te gustó?

-Si, sabe bien.

-Hablo del beso...

El mayor por fin lo miró y de nueva cuenta se puso incómodo que casi se atraganta -¡Aish, no hables de eso, mascota rebelde!- pudo pasar bien el bocado-. No quiero que lo vuelvas a hacer ¿ok?

-Solo estoy bromeando, no lo volveré hacer, amo. De eso depende que mi cara siga linda y sin golpes.

-Espero obedezcas.

• • • 🐶 • • •

Hablar con Hyosung le era difícil y más luego del beso que estuvieron a punto de darse si no hubiera sido por Tuki interrumpiendo con sus ocurrencias extrañas como lo fue fingir un ladrido. 

Sus compañeros ya se habían dado cuenta de la relación cercana que tenía con ella, claro, los malos rumores y murmureos a su espalda salían a flote, desde mujeres hasta hombres. A pesar de eso, su día no se le hizo pesado. Últimamente no sentía pesadez ni al despertar, trabajar, liderar con sus compañeros y mucho menos al regresar a casa.

Algo había cambiado y le gustaba.

De regreso compró lo necesario para preparar algo de cenar. A penas si cerró la puerta tras de él, Tuki salió corriendo y se le abalanzó encima.

-¡Amo! Que bueno que llegas.

-Eres muy hostigoso-se lo quitó de encima.

-Lo siento es inevitable-dijo con una risita.

Eres mi mascota/BangHimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora