Ocho.

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Rubén

--Tu vienes conmigo.- dijo Strecci, me tomó de la camisa y me sacó de la casa de una manera algo agresiva.

--Oye que ha...-

--Shh.- me interrumpió poniendo las yemas de sus dedos en mis labios.- Tengo un gran problema.

--Pues yo igual y si ahora me dejas arreglarlo...- le quité la mano de mi boca.

--Le quiero pedir matrimonio a Cele.- volvió a interrumpir

¿Matrimonio? Es raro que el quiera algo demasiado en serio, además, Cele no es muy seria en esos casos, me hubiera gustado mucho haberle podido pedir matrimonio a Lucy. A veces me ponía a imaginarme junto a ella, con nuestra hija, con Max, todos felices, pero yo lo heche a perder todo, simplemente soy un idiota. Ella era demasiado para mi. 

Creo que si le hubiera prestado un poco más de atención o si tan solo hubiera estado con ella en todo momento, ahora estaría junto a ella felizmente.

Me sacó de mis pensamientos el sonido de la puerta abriéndose.

-- Em... ¿Amor?.- dijo una voz femenina... Lucy.- ¿Puedes venir un momento?.- creo que se dirigía a mi

--Em... Si.- respondí y entré detrás de ella.

¿Amor? Creo que ya me siento mejor. 

--¿Podemos hablar un momento a solas, Alex?.- dijo con demasiada paciencia. Tenía su teléfono en la mano.

--Si... Claro.- entró a la casa.

--¿Que ocurre?.- Pregunté. Lucía preocupada.

--Mira, es una larga historia, pero Amy se va a quedar hoy aquí y tu estás aquí pero no te quiero correr...-

¿Cómo que se "va a quedar aquí hoy"?


La fraternidad "2"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora