Nunca te gustó que hablara mal de mi padre.
Aunque fuera un maldito infeliz.
Estabas agradecida porque gracias a él y a mi madre claro está,es que pude salir yo de esos dos seres y disfrutar del tiempo que estuve contigo.
Sigue siendo un patán.
La diferencia es que ahora si me envía pensión.