Recuerdo esa noche en el techo de tu casa.
¡El cielo estaba repleto de estrellas era una locura!
Estuvimos horas acostadas allá arriba pasamos de la conversación mas tonta a la más profunda.
De cómo tu compañero de clase se comía los mocos a hablar del universo.
Y de que uno de tus grandes deseos era cantar.
Rayos,tenías una voz tan hermosa.
Bebé lo hubieras logrado.
De eso estoy muy segura.