Brasil. Por fin había llegado al país de las playas cristalinas, de la gente alegre, del interminable verano. Sin embargo, yo no me alojaría en un hotel de cuatro estrellas ni estaría disfrutando de la playa. Estaría en un internado para señoritas.
El avión aterrizó en el aeropuerto sobre las 12 de la tarde. Me había cambiado de ropa en el servicio, ya que no llegaría a Brasil vestida con un pijama de invierno. Me arreglé un poco para parecer presentable y me dormí casi todo el trayecto.
Tras recoger mis pesadas maletas, me dirigí a la salida del aeropuerto. Según las indicaciones que me daron por teléfono, una muchacha me esperaría junto a una limusina blanca. Me senté en el bordillo de la acera mientras la esperaba. El calor era insoportable.
—¿Señorita Striker?
Me volví hacia la voz femenina que había pronunciado mi nombre. Una mujer de no más de 25 años se encontraba de pie junto a mí. Me levanté del bordillo y nos saludamos con un apretón de manos.
—Me llamo Irina. Soy criada en la mansión Lilith. Me encargaré de ti los próximos meses.
Asentí con entendimiento y me dedicó una sonrisa. Irina tenía el cabello oscuro pero no tanto como el mío y lo llevaba recogido en una trenza. Su semblante era moreno y su belleza brasileña destacaba al igual que su acento.
Un hombre con canas y de aspecto adulto salió de la limusina de punta en blanco. Con una sonrisa, recogió mis maletas y las guardó en el maletero. Mientras, Irina me indicaba que me sentara en los asientos traseros. Ella se sentó a mi lado.
—De volta à mansão, Oliver —dijo una vez que estábamos todos en la limusina.
Nos pusimos en marcha hacia la mansión. Lo mejor fue que pude observar las hermosas calles de Brasil desde la ventanilla. La gente hablaba, reía, cantaba, bailaba o disfrutaba de el simple hecho de existir. El cielo se encontraba más azul que nunca y ninguna nube lo cubría. La playa me tentó a saltar por la ventanilla y correr hacia ella. Todo ello mezclado con una mágica sensación.
—Es muy bonito, ¿verdad? —dijo Irina al ver que estaba flipando con las vistas— Ya verás cuando lleguemos a la mansión.
No sabía qué significaba aquello hasta que la vi y, efectivamente, me quedé con la boca abierta. La mansión Lilith era un edificio blanco con adornos en la fachada que ocupaba casi toda la calle. Estacionada a pie de playa, parecía un hotel de lujo salvo que sus "clientes" eran delincuentes.
Salimos de la limusina. Oliver cogió las maletas e Irina llamó al timbre. Una voz chillona, la cual me recordó a la de la directora de mi instituto, contestó al telefonillo.
—¿Quién es? —preguntó la voz.
—Irina Mayovia, señora. Le traigo a la nueva huésped.
Las gran puertas de acero que gobernaban la mansión se abrieron para darnos paso. Un camino de piedra nos conducía hasta la puerta principal mientras que a su alrededor había un jardín lleno de flores silvestres y árboles de poco tamaño. Me reconfortó estar allí.
El portero nos abrió las puertas al reconocer a Irina. Las escaleras de caracol fue lo primero que me llamó la atención. Estaban colocadas al fondo de la estancia en medio de dos salas. La moqueta roja que cubría el suelo hizo que pusiera una mueca, me desagradaba bastante su tacto.
—Esa sala es el comedor, allí desayunarás, almorzarás y cenarás todos los días —dijo señalando la sala de la izquierda—. La otra es un pasillo donde están todas las clases de 3° de la ESO a 2° de Bachillerato. Arriba están las habitaciones para dormir, hacer tus deberes y poco más. También hay un lugar de descanso al que todas las internadas podéis ir en vuestro tiempo libre.¿Alguna pregunta?
Negué con la cabeza. Me dio una media sonrisa y empezó a subir las escaleras. Oliver le siguió así que no tuve más remedio que seguirle también.
—Tu compañera de habitación te dará los horarios y te explicará como funcionamos aquí.
¿Compañera de habitación? ¿Quién será? ¿Será una delincuente de verdad o habrá hecho alguna tontería como yo?
Las preguntas se me amontonaron en la cabeza y me dieron resaca. Irina se detuvo en una de las cientos de puertas que abarcaban el pasillo. Tocó la puerta, se escuchó un pequeño "Adelante" y abrió la puerta, revelando mi nueva compañera de habitación.
Lo siento si me he demorado tanto rn subirlo pero quería que tuviera más votos antes de avanzarla más así que si no recibo votos ni comentarios, tardaré más el subir el próximo capítulo.
Un beso.
XX
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New Sensation
Teen FictionHolland Striker es enviada a un internado en Brasil a causa de un incidente ocurrido en su insituto. Cuando cree que no le puede ir peor, conoce a los irresistibles hermanos Ivanovi. Rubben es el que ordena su vida y Axel es el que la pone patas arr...