La guerra contra Hades había comenzado hacía un tiempo. Atenea y sus caballeros afrontaban casi cada día algunas dificultades contra este poderoso enemigo y su ejército de espectros, uno de los cuales había pasado a ser el rival permanente de Aldebarán de Tauro. Por el momento en el Santuario disfrutaban de unos cuantos días de paz. Al parecer Hades no quería atacar siempre, lo cual les resultaba extraño. Cierto caballero de oro de Acuario aprovechaba estos momentos para pasarse las horas en la enorme biblioteca del Santuario. Tenía el permiso del Patriarca Sage, así que no había ningún problema.
Para Dégel, leer era algo más que un simple vicio. Era cuando podía relajarse y estar tranquilo, y no tener que aguantar a cierto bicho hiperactivo todo el santo tiempo, ya que por fortuna o por desgracia, éste dependía de él para gozar de buena salud.
- Hola.
Una voz le sacó de sus cavilaciones. Era suave y agradable, en un tono amable y calmado. Cuando movió sus ojos violetas, Dégel visualizó al caballero de oro de Sagitario que sonreía de forma afable con su acostumbrada expresión hospitalaria y una actitud sosegada. Siempre se respiraba una atmósfera tranquila alrededor de este hombre y todos solían sentirse bien a su lado. Era alguien de buena presencia, como si nunca te fueras a cansar de hacerle compañía.
- Buenas tardes, Sísifo. – Saludó Dégel educadamente. – No sabía que hoy tendría visita, por así decirlo.
- En realidad el Patriarca Sage me ha enviado a ver qué tal vas. Él está ocupado pensando en cómo enfrentarnos a Hades y quitarnos enemigos de en medio.
- Sí, lo entiendo. – Asintió y posó sus ojos violetas sobre tres libros que sujetaba con sus manos. – Iba a echarles un vistazo a estos ejemplares, parecen interesantes.
- ¿Necesitas que te ayude en algo?
- No pero puedes quedarte si quieres. No me molesta que estés aquí.
- ¿Seguro? – Sísifo quiso asegurarse de que era así. – Lo digo porque como también te ocupas de Escorpio...
- Mientras no se meta en líos, ese bichejo puede esperar.
- Vaya... - Una gota de sudor bajó libremente por la sien de Sagitario. – Vuestra amistad es peculiar, eh.
- Oh, ni sabes lo inaguantable que es a veces. – Resoplaba Dégel con cierto fastidio.
Sísifo se rio nada más imaginárselo. En el Santuario no era secreto que el caballero de Escorpio era el hombre más hiperactivo de todos, y con un carácter difícil de manejar. Dégel era el único de los pocos en saber tratarle, ya llevaba años conociendo a su amigo el bicho con veneno. Era más la costumbre que no otra cosa, porque de paciencia a veces le faltaba. Si había que destacar algún defecto de los grandes que tenía Escorpio era su gran facilidad por sacar a cualquiera de sus casillas. Y hasta ahora sólo un hombre se había escapado de esa mala costumbre: el caballero de oro de Virgo.
Sísifo acompañó a Dégel hasta una mesa bastante grande, había muchas de ellas por toda la biblioteca, ya que ésta era un lugar sumamente amplio y plagado de estanterías repletas de montones de libros, muchos de ellos ya muy antiguos. Dégel solía revisarlos al ser considerado el más inteligente de todo el Santuario. Sísifo leía también algunos ejemplares, intentando molestar lo menos posible al caballero de Acuario pero sorprendentemente, ambos comentaban cosas que les parecían curiosas u otras que les resultaba interesantes.
Las horas muertas se tiraron los dos ahí metidos, conversando y compartiendo gran multitud de temas, especialmente los que eran en el ámbito histórico. A Sísifo y a Dégel les unía su gran interés por la historia, se podía decir que eran grandes aficionados.
ESTÁS LEYENDO
I Hate Your Books!! [Saint Seiya The Lost Canvas]
Fiksi PenggemarDisclaimer: Los personajes de Saint Seiya The Lost Canvas pertenecen a Shiori Teshirogi. Este fanfic de capítulo único va sin ánimo de lucro. Resumen: La Guerra Santa contra Hades ha comenzado pero en el Santuario gozan de un pequeño tiempo de paz y...