La boca del lobo

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Narrador:
D

entro del estómago del Titán, la baba voluminosa invadía su cuerpo por completo; paseando de un lado a otro entre la lengua fue transportada a un tubo rojizo y apretado hasta ser llevada al fondo.


Sin ser masticada, saboreada, sin un solo rasguño, la misma gravedad la impulso a ir directamente al estómago. 

Todo estaba tan obscuro dentro del titán.

Apestaba peor que un humano muerto ya con semanas de putrefacción.

Claro, por supuesto era de esperarse, nadie sabía cuanta gente ya había comido y no quería preguntarse quién o cómo fuesen devoradas.
Con ambas manos logró quitarse la saliva de la cara. Al ver su entorno jamás imaginó que adentro de ellos habría una gran cantidad de saliva y con un toque de carne humana flotando en sí. Hacía calor dentro del lugar, como sí fuese un gran horno cocinado un estofado de  gente.
Tratando de reconocer a las personas observó justo el momento en el que una cabeza humana salía a la cima de aquel pantano.
No pudo evitar ver tal escena porqué ella no sabía que pasaría, solo la miró con horror pensando cómo sería si ella estuviera en su lugar.
Luego de ello por fin algo nuevo pudo recordar, fue extraño y no podia ver con claridad  entre imágenes distorcionadas, pero pudo distinguir un poco.
La terrible jaqueca a invadía nuevamente. Su cabeza comenzó a palpitar dentro de ella haciéndola gritar de dolor.

A lo pocos minutos después de que el dolor terminará, estaba viendo todo con claridad. Su visión, recuerdo o pesadilla era ver cómo un chico  de cabello castaño estaba siendo masticado poco a poco por un Titán, gritando su nombre una y otra vez
—¡ALICE, ALICE, ALICE ALICE, AYÚDAME!

Ella estaba enloquecida por querer intentar salvarlo,  gritaba a todo pulmón con un tono desgarrador al ver aquel hombre morir, maldecía y gritaba su nombre
—¡JACOBO!_ Gritaba mientras lloraba y hacía esfuerzos por ir con él

Pero algo la impedía a hacerlo. Cada segundo que pasaba era un doloroso millar de abejas-no abejas hablándole al mismo tiempo. Por desgracia, no reconoció el lugar o la cara, sólo era como sí ella estuviese ahí, todo cómo sí fuera espectador de la escena, sólo duro unos segundos para que supiera que algo malo estaba pasando y abrió los ojos.
Sintió un leve dolor en el pecho, ella no lo conocía pero le dolió verlo tan desesperado de evitar la muerte y repetir una y otra vez su nombre.
De inmediato retrocedió hacia la piel ardiente como el fuego del titán.


Ya había intentado hacer esto antes, siempre le fascinó la idea de hacerlo, caer sin preocupaciones, porque seguramente nadie la racuerda, quizá la dieron por muerta y no la buscaron y finalmente la olvidaron
¿Para que seguía viva?
  
      »Fin de la historia pero aún no, el final vendrá al final de todo« pensó

Se quitó el cabello babeado de la cara,sentía nauseas de solo inhalar ese asqueroso aroma, lo mejor era salir de ahí lo más pronto posible.

Levantó un brazo y empezó su trabajo mas sádico pero divertido en cierto a su parecer:
"Matarlo desde a dentro".

Comenzó con unas cuantas apuñaladas en el estómago, después de que aquel sintiera irritación se movió instantáneamente. Cambió de corte hacía la columna, este volvió a moverse bruscamente y se tiró al suelo.


Algo inesperado y asqueroso paso, el titán se dejo caer al suelo y al ver que todo venía a ella, sin pensarlo dos veces, presionó fuertemente los ojos, la boca y con las manos su nariz. Unos segundos  después de haber quedado en lo mas profundo del estómago baboso de titán, volvió a llegar a la cima del aquel mar rojo, no se sabe como consiguió fuerzas para  no vomitar y no morir del asco.
Pero lo logró.

Vio las cortadas hechas por su espada en su punto inicial. Estaba brotando vapor.

Comenzó nuevamente un corte profundo en diagonal, unos cuantos más en linea recta y finalmente la luz del sol entró.
Alice salió tranquilamente de su estómago escalando pedazos de su ardiente piel.

Aquel titán seguía forcejeandose pero no hacía el intento de matarla, sólo movía su cabeza.
Al salir, Alice se alejó unos cuantos metros de él, asegurando que no fuera detrás de ella, trepó hacía un árbol hasta llegar a la cima y se sentó en una rama.
Después que el titán siguiera en el suelo, hizo unos cuantos intentos para levantarse.
Intentó mantenerse a pie pero solo se sentó en cuclillas tocando con sus manos aquella herida por donde la chica salió.  Alice a pesar de que la ropa le pesaba, comenzó a columpiase de los árboles cómo un mono. Su objetivo era desaparecer entre las ramas, camuflada en las hojas y tonos colores fuertes como las de su capa para llegar a la nuca y matarlo cuando se pudiese  levantar en un buen estado.

Unos segundos mas tarde. El titán perdió rumbo de si, se movía torpemente de un lado a otro, pero dejó  de hacerlo cuando logró mantener pie firme apoyándose de el tronco de un árbol. 

Por desgracia, cuándo  hizo tal acción, las cortadas que ella realizó en su barriga; el mar en el qué se encontraba antes, gracias a ella toda aquella mezcla de sangre, saliva y otras cosas extrañas más se derramó sobre el estómago del titán, algunas caían en abundancia y otras solo un poco, pero todo se veía repugnante, todo el líquido después de haber rodeado su gordo abdomen, todo terminaba en el suelo haciéndole ver bizarro.

Las heridas siguieron sacando vapor. Y Alice llegó al árbol dónde el titán se encontraba, esta vez un poco más alto de lo qué calculó.

«Ojala y no se me olvidé no volver a hacer esto » -pensó mientras veía su cuerpo totalmente mojado y con un oloroso aroma a muerte.

Cuándo el titán entró en auto control, se levantó exactamente en el mismo árbol en el que Alice se encontraba.

Ella nuevamente dejo caerse y cortó su nuca en forma de X.

El titán quedó unos instantes inmovil.
Alice se subió un poco mas arriba de la nuca, clavó su espada en medio de su cabeza. Apoyada de ella se sostuvo ligeramente y ambos cayeron al suelo.

Creyó un momento que algo se le olvidaba. Pensó unos instantes y una idea de qué era se le vino de repente de que era lo que busca.
Revisó sus cosas con las que portaba en el bolso de tela. buscó  en lo mas profundo de él y lo encontró.
Era lo que mas le importaba de sus únicas cosas: un cuadernillo de pasta negra y hojas viejas con escritos de letra cursiva y pequeña con la que un poco más de la mitad había sido usada .

Por un momento pensó que se había estropeado pero por suerte, solo se mojaron unas cuantas hojas del principio, no era nada tan malo, después podría dejarlo secarse en el sol. Por otro lado, los  demás objetos terminaron mojados en sangre.

Hizo un movimiento sin razón, pero al ver aquella señal la impresionó.

Se quedó parada un momento más,  por fin su posible salvación.

—No puedo creerlo..._ dijo a si misma con los ojos bien abiertos.

Su rostro se iluminó al momento que encontró el significado de esa señal (lo que creyó que significa) y aquellos ojos celestes brillaban como unos bellos diamantes  ver la luz del sol, solo que estos diamantes miraban su entrada a casa.

Una vida con Levi Ackerman (Alice x Levi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora