En coma por una semana

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Narrador:
Primer día.

Es un día cálido, los pajarillos cantan a resonar del eco en los pasillos esperando de una chica que los fuera a escuchar. Alice estaba en la cama, aún sin despertar del coma en el que se encontraba. Levi se encontraba revisando los papeleos de su escritorio, ordenándolos y checando con la vista repetidas veces que ella despertara. Era la primera vez que sentía la necesidad de cuidar de alguien. Tal vez fue porque estaba ocurriendo algo parecido a lo de su madre, cuando enfermó apenas siendo él un niño. Quizá ahora que es todo un adulto tiene mas noción de saber que hacer y no cometer el mismo error de antes. Todo estaba tan solitario, un profundo silencio invadía la atmósfera estando Alice dormida.
Levi, al verla moverse de la cama se acercó y toco su frente. No estaba aumentando su temperatura, el suero aún estaba lleno y todo parecía marcar que estaba bien. Al verla su pelo despeinado por la almohada, una parte de su barbilla un tanto griscesca y un poco de un tono azul le recordó aquel día en que ambos se dieron una paliza.
Ella a pesar de haberlo golpeado aquel día se encargó de sanarlo sin pedir nada a cambio, era la primera vez que él dejaba que lo curara alguien a quien "detestaba".
Era extraño que no se saliera de su pensar de Levi. Trataba de concentrarse pero siempre había una razón para pensarla, tal vez esa razón fue que debía devolverle el favor. Ella sanó de sus heridas y a él le toca cuidar de ella. Se sentía extraño, Erwin llegaba cada nueve horas para venirla visitar. Traía un ramo de rosas blancas que Levi se encargaba de poner en un florero. Simplemente al verlas, su orgullo lo obligaba a ponerlas a lado de la cama de Alice demostrando que no sentía lo más mínimo por ella y que si él quisiera la podía despertar con un beso o quien sabe que estúpido y patético final romántico. Sin embargo, muy en el fondo querí lanzarlas por la ventana, cortarlas o simplemente tirarlas a la basura. Sentía una especie de enojo hacía esa clase de detalles que dejaba Erwin para ella.

Segundo día:

Narrador:

Aquel hombre se encontraba casado de tanto papeleo. Simplemente de ver las listas y montañas de hojas con más fastidiosos escritos que le traía Mike era un completo dolor de cabeza. Hanji no había aparecido durante estos dos últimos días lo cual era muy extraño. Todos venían a visitar a Alice lo cual era un poco desagradable para Levi, ya que al estar reabriendo la puerta de la habitación de aquella chica, lo desconcentraba de su trabajo. No estaba tan mal después de todo, Erd, Mike y Gunther se encargaban de traer medicina y repuestos de suero e inyecciones. Petra últimamente estaba un poco decaída por lo que Levi decidió estar al tanto de ella. Constantemente Petra y Erwin es quiénes se encarga de cuidar de Alice en su tiempo libre. Levi no le ha tomado tanta importancia a su presencia de todos. De igual manera, son ahora un equipo y entre equipo se apoyan en cualquier situación; y esta es una de ellas.

Todo ha sido como ayer, tranquilo y solitario sin la voz de Alice. Han pasado unas cuantas semanas desde que llego y en verdad ha sido un gran problema, pero no para todos, sino para Levi, quién ahora tan solo de verla preocupada, lastimada o enferma su corazón empieza a latir lento y fuerte (en ocasiones se acelera tanto que piensa que va a sufrir de un paro cardíaco o el corazón saldrá de su cuerpo). Si embargo, al llegar la noche el viento resoplo tan fuerte que se podía escuchar el crujir de la madera. Estaba cansado y apenas podía ver con la luz de la vela. La vista había estado agotada desde días antes, no podía dormir por dos razones sencillas:

1°Trabajo de los sacrificados en la Legión.
2°La sonámbula Alice.

Después de haber estado tan inquieto pensando en Alice y el trabajo finalmente su cuerpo no aguanto, se quedó dormido sobre el escritorio.

Extrañamente soñó con aquellos hombres que buscan su cabeza. Soño que estaba cerca de un jardín del muro Sina, en el que habían cientas de flores imposible de decir todas las tonalidades. Un clímax tranquilo en el que tanto deseaba tener algún día. De pronto todo se empezó a distorsionar, las flores se marchitaron y ahora se encontraba en un cuarto sucio y apenas iluminado por la llama de una de una débil vela. No podía moverse, miró abajo y estaba atado en una silla. Dos tipos que no pudo reconocer de su rostro le apuntaban con un rifle. No entendía nada pero ya había estado en un situación similar en la vida real. Él estaba consciente que era un sueño pero había algo raro. En un cerrar y abrir de ojos apareció Alice atada en una silla como él. Lo mira con miedo, desesperación y tristeza a aquel hombre que le clavaba la punta del rifle en la cabeza fuera a tirar del gatillo.

Una vida con Levi Ackerman (Alice x Levi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora