Càpitulo 3

354 13 1
                                    

1° Harry Styles 

El sabido pasado les hice una broma pesada a mis compañeros de banda. Les puse miel en los zapatos y cuando los llame para que corrieran porque mi casa se quemaba ellos se pusieron sus zapatos y se mancharon. No creí que funcionara, la verdad, pero me ríe mucho cuando funciono; es por eso que cuando aparece una pequeña tocando mi puerta, me reí hasta casi caer al suelo. Los chicos me hicieran una broma pesada entrometiendo a una niña ¿pueden creerlo? Claro no lo creí, pero sí que lo hicieron bien. La pequeña se parece un poco a mí, pero no lo suficiente. Quería llamar a los chicos y decirles en cara que en esa broma no caería. Tomé mi celular eh invite a la niña a sentarse, después de todo no podía dejarla afuera.

Después de 3 timbrazos Niall me contesto.

-hola, Harry ¿Qué pasa? – no note burla en su voz, pero ríe de igual mantera.

-estuvo buena, pero no fue como los zapatos. No me la eh creído – dije sentándome en el brasero de mi sillón de cuero blanco. Mire a la niña de nuevo, algo me parecía similar en ella. Algo ya que eh visto antes.

-¿de qué hablas, “bro”? – dijo Niall. Podía imaginar que estaba sonriendo con victoria.

-que no me la creo. Vengan para acá y llévate a la niña. Hablo enserio – dije serio. No podía tener a la chica aquí por tanto tiempo, si su madre venía a buscarla y se enteraba de que era parte de una bromo seguro que se enoja mucho.

-¿de qué niña estás hablando?

-de la niña que han mandado para hacerme la broma. No me la creí, vengan a buscarla antes de que tenga a la policía aquí.

La niña me miro confundida. Podre seguro no sabía nada de lo que pasaba, seguro que esos tontos le dijeron lo que tenía que decir y ella no sabía ni siquiera el “porque”.

-¿broma? – Dijo la pequeña.- no soy una broma.

Hice una señal de que callara. Y hable de nuevo con Niall.

-Harry, hermano, te juro que no hemos mandado a ninguna niña a tu casa.

Al principio reí pero luego calle viendo que esta vez iba enserio. ¡No! eso era una broma. Corte la llamada sin despedirme y me pare para ver la mejor.

-¿Quién eres tú? – pregunté. Aunque no estaba seguro de si saber la respuesta.

-te lo dije: tu hija.

-yo no tengo hijas – respondí burlón. Más por los nervios que por broma.

-ahora tienes una. No me conoces pero yo a ti, sí.

Se levanto y fue asía su maleta – en la que no me había fijado – y saco una especie de álbum y me lo entrego. 

-ese eres tú, tengo pruebas.

Abrí el álbum desconfiado. Eran imágenes mías cuando era un adolecente de 15 años, cualquiera las puede sacar de internet. Pero luego me fije en una que no había visto en 7 años.

¡Oh no!

-mi mamá se llama: ________ Wagner.

¡Oh no!

-¿Cómo? – dije sorprendido. Levante la vista y vi clara mente a la niña delante de mí. Se parece a la madre de ______. Por eso el parecido.- no, yo no…

Pero no tenía nada que negar, porque no sabía nada. Ese día cuando _______ Wagner se fue juré jamás volver a estar con una mujer. Por su puesto fue un fracaso pero lo eh superado poco a poco y soy cuidadoso.

-¿Cuántos años tienes? – pregunte.

-7 años cumplidos hace 3 semanas. – respondió.

¡Es todo! ¡Estoy muerto!

Caí a peso muerto en el sillón cerrando los ojos. No podía ser cierto, ella me lo habría dicho. No las habrías dejado, susurró mi conciencia ¡cierto! Pero al menos lo sabría. Que consuelo. Después de 7 años llega una niña diciendo que es mi hija perdida de mi novia que me dejo sin ninguna escusa solo con un: “Nada me ata aquí” 

-no es posible – susurré para mí.

-sí lo es. Estoy aquí, ¿no? – dijo la niña. Ni siquiera se su nombre.

-escucha, paso por un momento difícil, ¿ok?, ¿podrías callarte?

Ella suspiro y sentándose a mí lado susurró.

-esto no es lo que tenía en mente

-¿y que tenías en mente? Presentarte aquí y de repente decir: ¿soy la hija a la nunca en tu vida has vito y ahora quiero conocerte? Porque definitivamente no era lo que yo tenía en mente para un sábado en la mañana.

Ella bufó. Y frunció el ceño, estiro su vestido blanco con flores moradas tratando de que quedar impecable y organizado como lo haría su… madre.

¡Maldición!

Nos sumimos en un silencio de minutos en donde ni ella ni yo hablamos. Pensé que debería ser más amable o por lo menos grotesco, esa niña no tiene la culpa. Yo la tengo por irresponsable. Siempre me eh tratado a mí mismo como una persona buena, respetable y con sentimiento: pero no es lo que ahora siendo.

-lo siento – dije de repente en el silencio – solo no te esperaba aquí.

-eso es obvio – respondió molesta. Rodeé lo ojos. ¡Respondona! Eso lo saco de mí.

-¿Cómo te llamas? – pregunte sentándome bien ahora. La mire a mi lado. Ella estaba con los brazos cruzados y aun con el ceño fruncido.

-Darcy – respondió. ¡Ah bien! Por lo menos lleva el nombre que quería yo.

-¿Quién lo puso, tu madre?

-sí. Dijo que le gustaba ese nombre. Pero mi segundo nombre es el de mi abuela: Anne.

-¿Anne? ¿Por qué el nombre de mi madre?

-mi mami dijo que es porque ella la había ayudado mucho. No estando a que se refiere exactamente.

-¿mi madre lo sabe? ¿Sabe de ti? – grite levantándome de mi sillón. Tome mi teléfono y marque rápido su número.

-si, me saludo para mi cumpleaños – respondió Darcy feliz.

No contesto a la primera llama, pero si a la segunda.

-¿ya lo sabes?

-si, lo sé. Pero no tengo idea de por que soy el último en enterarme si soy el supuesto padre.- conteste molesto.

-Harry, no me hables en ese tono – respondió mi madre. Me calme un poco pero aun así estaba molesto, muy molesto.- es tú hija, la vi crecer…

-¿y por qué no yo? ¿Por qué no lo dijiste encuentro te enteraras? – interrumpí.

-se lo prometí, Harry.

-¿pero quién es tu hijo?

-tu cometiste un error, enmendadlo ahora. – oh bien. Algo más para sentirme culpable.

-7 años, mamá. Son 7 años de vida perdidos. 

-ella quería conocerte, pero ________ no sabe que está en tu casa. – ¿que no sabía que estaba aquí? Estuve a punto de preguntar, ordenar, su número para avisarle pero mi madre adivino mis intenciones – no le llames está fuera de servicio. Se fue a unas reuniones de trabajo. Está todo fríamente calculado, Harry. Tienes a Darcy por 2 meses: disfrútalos.

-¿se te olvida de que estamos a punto de iniciar una gira por Inglaterra, mamá? No puedo cuidarla. Ni siquiera se cambiar pañales.

-¡no soy una bebé! – reclamo Darcy desde el sillón.

-tiene 7 años, cariño. Se cuida sola, pero tienes que protegerla, velar por ella. Ahora puedes.

Ahora puedo, retumbo en mis oídos. ¿Cómo cuidaría a una niña de 7 años, si ni siquiera puedo cuidarme a mí mismo. Suspiré. No imagino cómo sería, pero sé que es algo que tengo que hacer porque al final del día, sigue siendo mi hija.

¡Papá Sorpresa! [HarryYTu].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora