Capitulo 4: Legumbres

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Creo que ya es tiempo de avanzar y contar el por qué no como legumbres (-ni siquiera me gusta nombrarlas-), es algo sumamente asqueroso pero luego de esto nadie más me reclamará que soy regodeona. (-Dedicado a mi mamá que gracias a ella este capítulo es posible-).

Cuando era niña me obligaban a comerme toda la comida (Como al 90% de ustedes), no es nada nuevo que nuestros padres, abuelos, tíos o alguna persona que les haya dado de comer los sentara en una silla, sillón, etc, sin poder pararse hasta que terminaran de almorzar, tomar once, etc.

Fue en un fin de semana que a mi abuela no se le ocurrió nada mejor que hacer de almuerzo unas ricas lentejas. El olor ya me tenía abrumada lo único que quería era que Superman llegara y me llevara a almorzar a Atlantis con Aquaman, pero no, eso es imposible de realizar me tuve que quedar allí esperando (-Como alguien que espera la muerte-). Lo que no sabía es que desde ese día quedaría marcada de por vida, aun peor que la bicicleta azul, mucho peor.

Mi mamá me llamó estaba servido, dos segundos de sentarme y comenzó esa pelea interminable para que me comiera todo. 10 cucharadas después mi estomago no aguantaba más, no tengo claro si era porque estaba llena o porque el olor y sabor me había asqueado. –Mamá no quiero más- eso fue lo único que dije para desatar la furia del demonio que es mi madre. Me agarro miercale y me sentó frente a ella y me dijo: -De aquí no te paras, si te tengo que dar yo la comida lo voy a hacer, así que basta de show-.

Primera cucharada se me asomaban arcadas y mi estomago avisaba que en cualquier momento devolvería todo. –Vomita no más, ya verás lo que te pasará- Dijo mi mamá. ¿Quién en su sano juicio amenaza a un niño si ya no tiene hambre? ¿Está señora está loca? ¿Por qué eres así?. Esas preguntas envolvían mi mente.

Pasó un rato y ya estaba como en la cucharada numero 3, ya no aguanté más mi estomago no pudo resistir y devolví todo al plato. Vomité como si me hubiese comido una vaca entera. Lo que pasó después es lo más asqueroso que recuerdo.

-¿Te dije o no? Ahora te vas a comer todo lo que tienes en el plato igual- Si damas y caballeros ella habla de mi vomito. Comenzó a darme todo lo que había vomitado en el plato, ese conjunto de lentejas y quizás que cosas más me lo tuve que comer todo.

Han pasado años de eso y juro por todos mis santos que cuando alguien hace legumbres y sale ese olor característico mis arcadas no me las quita nadie, es por eso que no juzguen de regodeones a las personas por qué no gustan de todas las comidas, algunos como yo quedamos traumados por diferentes situaciones.

Quiero hacerles una pregunta ¿Existe algún tipo de comida que no les guste?. Si es así díganmelo mándeme un correo o algo, se los dejo más abajo quiero saber de verdad.

paulette.martel.m

Una vida poco comúnWhere stories live. Discover now