Capitulo 2: 1, 2, 3 Adiós a mi flor.

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Tenía solo 7 años nada más ni nada menos. 7 años recién cumplidos y mi mamá no encontró nada mejor, que regalarme una bicicleta a la semana siguiente de que me celebraron el cumpleaños. Siempre fuí (-y soy-) lerda en aprender cosas, más si llevan coordinación de por medio y para mi una bicicleta sin ruedas, más alta que una montaña (-o eso recuerdo yo-), azul y con un timbre se volvieron mi perdición.

Lo único que me gustó de esa bestia fue el timbre y el glorioso sonido que emitía al golpearse esa campanilla en contra de aquel trocito de metal color rosado que tenía, mi emoción a flor de piel me dominaba más que los nervios de aprender a equilibrar esa majestuosidad y pedalear al mismo tiempo. Para alguien como yo era un desafío más grande que pegar las bolitas de papel crepe sobre la bandera para fiestas patrias y que quedaran en orden. Ahora que me detengo a pensar, jamás, Jamás (lo reitero para que se den cuenta lo lerda que soy) he tenido ni tendré coordinación. 

Mi abuelo que jodió hasta que me convenció de subirme a la bicicleta me dijo lo siguiente para que lo intentara: –Polecita si tu logras andar de aquí hasta la casa de la vecina en tu bicicleta te compro esa nueva Barbie que quieres- ¿Tienen idea lo que para una coleccionista de 7 años de muñecas Barbie era tener una nueva que mostrar? Yo me sentía lo máximo ¿Qué tan difícil podia ser?

Intento 1: No logré subirme.

Intento 2: Me subí pero nada más.

Intento 3, 4, 5 y 6: Nada (-Era la bicicleta la endemoniada que no cooperaba-)

Intento 7: Por fin logré subirme, comenzaba a andar a pedalear, ¿En qué punto esto se había vuelto tan emocionante?. Gracias a todos por este momento, a mi mamá por la bicicleta, a mi abuelo por la Barbie que mi iba a ganar, a mi abuela por cuidarme, a Barney por enseñarme a querer, a Dora la exploradora que por esa pinche ciega no vi al perro que se me cruzó. Un momento se me acaba de cruzar un puto perro, entré en desesperación, ese perro quiltro que se me acaba de cruzar logró que se me desestabilizara la rueda y................. ¿Qué creen que pasó? 

Me caí literalmente de hocico con mi bici pero en un intento desesperado por que no le pasara nada la agarré tan fuerte que se volteó conmigo y cayó sobre mí. Lo único que sentí fue esa Barbie escapándose de mis manos. Recuerdo que todos corrieron a ver que me había pasado y cuando me pararon estaba sangrando en medio de mis piernas. Me llevaron al doctor, diagnostico: Ruptura de himen y golpe en zona pélvica. Mi primera vez y con una bicicleta, ¿Saben lo vergonzoso que es esto? Cuando te preguntan que como fue tu primera vez y esas cosas mamonas lo primero que se te venga a la mente es esa bicicleta azul, es horrible. Lo bueno de todo esto es que no obtuve mi Barbie, obtuve tres (like a boss), fue un gran día para mí y solo por un poco de sangre que en ese entonces a mi parecer no era nada del otro mundo.

Cabe mencionar al gran culpable de esta historia, ese perro quiltro que se cruzó en mi camino y que gracias a él me dieron muchos regalos y por desgracia hasta el día de hoy no sé andar bien en bicicleta (-lo admito-). No le pasó nada, salió totalmente ileso de este asunto, en cambio mi pobre bicicleta perdió toda su belleza, el timbre ese bello instrumento color rosa que tenía se rompió, creó que fue lo que más pena me dio, pero es algo que tenía que suceder. 

No conozco a nadie más que viviera una situaciónsimilar, pero me quedo tranquila ahora que la comparto con ustedes, para que yano pregunten ¿Cómo fue tu primera vez?.

Para no volver incomoda  la situación, mejor pregunten si piensan que Dora la Exploradora realmente era ciega o si ese zorro tenía necesidades para robar.

Esa es mi bella historia con la bicicleta azul.

Una vida poco comúnWhere stories live. Discover now