Capitulo 8: Desesperación

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Javier salio de la guardilla y cerro diciendo "Manu aqui no esta mama" pero al girarse vio que su hijo no estaba allí empezo a llamarle pero no le respondía, se empezo a agobiar, le faltaba el aire y empezo a llorar desesperado, "Manuel Nerea donde estáis" grito entre lágrimas y sollozos, bajo las escaleras corriendo y miro en todos los sitios de la casa, o eso pensaba el ya que no se acordaba de el armario de herramientas que había en el patio. Fue hacia ese armario pero estaba cerrado, algo apareció a su espalda y de inmediato una sensación de tristeza suprema invadió su alma y el frio llegaba a su piel, Javier tenía miedo de girarse pero lo tenía que hacer no soportaba mas el aliento de alguien en su espalda ni sus ojos clavados en su nuca y se giro de golpe.

Javier callo al suelo al verlo, no podía creer lo que tenía delante era el, el hombre del video, el muerto, pensó que estaba alucinando que era solo eso un producto de su imaginación pero entonces le empujo y le golpeo hasta dejarlo inconsciente, llevándose a Javier al lugar donde estaban los demás miembros de su familia.

Pronto despertó y al mirar de frente vio a Nerea lo que para el fue un gran alivio, no se daba cuenta de la situacion por su vista aun borrosa por el golpe pero al aclararse le la visión observo una lágrima correr por la mejilla de su esposa, "Javier ayúdame por favor" dijo Nerea entre lágrimas y dolor. Javier quiso moverse pero no fue capaz ya que le tenían encadenado como a un preso con cadena perpetua pero peor, de un momento a otro se vio atrapado sin poder ayudar a su mujer y sin ver a su hijo lo cual se soluciono pronto ya que sonó una voz que dijo trae al niño y hay estaba Manuel con heridas y señales por todo su pequeño cuerpo, Javier intento escapar de aquellas cadenas pero era difícil, al levantar la cabeza vio una tabla que ponía "Si a la vida quiere volver tras tus malas acciones un sacrificio has de hacer, matar a un niño y su madre y su padre lo debe ver" por lo cual Javier debía de pensar rápido ya que ahora mismo tenían todo lo que necesitaban.

Amar es no decir nunca CORREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora