Nuevo Comienzo

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Un día, una persona mayor en Nueva Zelanda comenzó a actuar de manera extraña, tornándose agresivo hacia cualquiera que se le acercara y no parecía entender palabras. Ese fue el primer caso del virus ONC-4568, también conocido como "virus zombie" debido a la similitud que presentan los pacientes con las criaturas del mismo nombre que aparecen en varias películas y cómics. El virus al parecer solo afectaba a las personas con medio o bajo nivel de sistema inmunológico, por lo que los más propensos a contraerlo eran las personas mayores, infantes y enfermos.

El comienzo de la pandemia comenzó tomando una ciudad de Nueva Zelanda, las autoridades trataron de mantener en cuarentena a la ciudad entera, pero lamentablemente el virus siguió expandiéndose hasta que, en el plazo de 3 semanas, Nueva Zelanda fue declarada zona inhabitable. Luego de eso, comenzaron a reportar varios casos con los mismos síntomas alrededor del mundo. Nadie estaba a salvo ahora.

Los científicos trabajaron conjuntamente en la investigación de este nuevo virus, intentaron todo lo que se encontraba en sus manos para desarrollar una cura o al menos una vacuna, pero todo fue inútil. El último anuncio que hubo indicó que lo único que nos salvaría de este virus sería un cambio de clima desfavorable para el virus repentino, y no habían señales de tal escenario por lo pronto. Hasta que eso pasara estaríamos a merced del virus.

Varios países anunciaron medidas para no propagar el virus, cuarentenas repentinas, prohibición de viajes aéreos, paro de clases, etc. Alrededor de una semana, parecía que ya todo había terminado gracias a las nuevas medidas que tomaron los gobiernos, pero no pudimos estar más equivocados. Es más, el virus evolucionó para propagarse y la paz acabó. Los pacientes presentaron síntomas más graves.

Ahora nos remontamos a mi país, el virus no había golpeado tan fuerte aquí, por lo que todo estaba más o menos tranquilo, las instituciones educativas habían dejado de funcionar, por lo que la universidad ya no era un problema para mí, aunque estar encerrado tampoco era muy divertido la verdad, pero aun así prefería eso a las clases. La televisión siempre estaba en el canal de noticias, ya que tenía que estar atento por si pasaba algo.

Era un día como cualquier otro, el reloj marcaba las 8 de la mañana, era hora de levantarse. Me senté en el sofá a ver la televisión, la programación desde la alerta del virus era la misma, sólo noticias. Como no veía nada nuevo me puse a pensar en mis padres, ellos fueron al extranjero a trabajar y me envíaban dinero cada mes, pero lo habían dejado de hacer hace un mes, solo podía imaginar el peor escenario, aunque claro, por más que me preocupe no puedo cambiar nada. De repente, la televisión interrumpió mis pensamientos.

No podía ser cierto, los científicos anunciaron una gran ola del virus aproximándose al país, la hora por fin nos había llegado y no podíamos hacer nada para detenerlo. La ola pasaría por el país en aproximadamente dos horas, justo en ese momento se escucharon gritos por todos lados acompañados de lamentos y llantos, la desesperación abundaba.

Inmediatamente corrí a la ventana, el escenario era horrible: la gente salía desesperada de sus casas mientras se veían lágrimas en sus ojos, otros se tiraban de sus casas, empezaron a sonar disparos y gritos desgarradores. Sin pensar corrí a mi cuarto y abrí un cajón de mi armario, saqué el arma que mi padre me había dejado en caso ocurriera algo así y corrí nuevamente a la puerta de mi casa tirándome de espaldas contra ella y cayendo en el suelo. Antes de hacer cualquier cosa debía tener la cabeza fría, debía pensar en qué debería hacer, poco a poco comencé a respirar más lento mientras tenía cerrados los ojos, cuando por fin me calmé recordé que ya tenía un plan cuando esto ocurriera.

Primero cerré con llave la puerta para que nadie pasara, luego me dirigí a la sala en busca de mi celular pero cuando estaba dispuesto a agarrarlo las luces se apagaron, al ver esto rápidamente marqué un número cualquiera y lo llamé, mensaje de la operadora, lo que temía, los servicios básicos se cayeron y ahora no podía contactarme con nadie. Por lo menos esto estaba dentro de mis planes, supuse que esto ocurriría de todas formas así que no había que alarmarse, en el sofá estaba una mochila con todo lo necesario para arreglármelas por un buen tiempo fuera de casa, me alegré de ser tan precavido y cogí la mochila, estaba listo para irme.

Para algunas personas, lo mejor sería quedarse a salvo en sus casas y resistir lo más que puedan, pero yo pensaba diferente, sabía que si me quedaba aquí eventualmente me estancaría y caería en la desesperación, y por ende, no lo lograría, por lo que lo mejor era salir y reunirse con otras personas, de preferencia amigos y familiares.

Me dirigí a la cocina y saqué un cuchillo, me aterraba la idea de tener que matar a alguien con eso, pero no tenía otra alternativa; lo guardé en mi mochila y por último agarré el bate que estaba en el cuarto de mi padre. Por fin estaba listo, ahora debía salir a este mundo lleno de caos.

Nota del Autor: Ufffff..... 900 palabras, creo que ese será el nuevo promedio de palabras por capítulo. Es mucho en comparación al anterior promedio de 500 palabras, pero todo sea por la historia :v, bueno, espero que les guste este primer capítulo de Desolación 2.0 que explica un poco más sobre el virus y tiene un comienzo un poco diferente al original, pero no creo que afecte mucho. No duden en comentar por si tienen alguna recomendación y dejen su like, estrellita o cómo se llame :v. Nos vemos en el próximo capítulo, chau.

Desolación 2.0Where stories live. Discover now