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Annie intentaba acercarse a él, y lo logró. Luke le tenía un cariño que jamás habia sentido por otra alumna, ella era especial.

Cada dia ella y sus amigas iban a acompañarlo a comer, y ella se sentaba junto a el y platicaban, el se hipnotizaba con lo que salía de su boca; era inteligente, divertida, y única.

Lo único malo, aparte de la diferencia de edad, es que la gente notaba esa cercanía, y no faltaban los chismosos que molestaban a la muchacha; haciendo que Luke se sintiera mal por esa situación.

No le importaba, sabia que ella lo quería y haria todo por estar junto a ella algún dia. Ella sería su niña.

Pasaron los meses y venian los ensayos y nuevos bailes. Luke veia como ella intentaba bailar y seguir sus pasos, le daba ternura ver los pucheros que la niña hacia cuando un paso no le salía. Le gustaba ver los movimientos de su pequeño cuerpo que se estaba desarrollando. Quería cuidarla y hacerla feliz.

Annie notaba como el maestro Luke se interesaba cada vez más en ella, y como la miraba, habia logrado su cometido: enamorar al amor de su vida.

- Maestro Luke- dijo acercándose junto con una de sus amigas- ¿cómo son esas vueltas de la nueva coreografía? Por más que intento hacerlas no me salen- dijo algo molesta, y el maestro pensó que era hermosa cuando se enojaba.-

-mira- la tomó de la mano y la puso al lado suyo - das una vuelta- la estiró y luego le dio otra vuelta mientras la tomaba de la cintura y casi le deja caer, pero la sostiene fuertemente mientras la mira a los ojos.- y regresas y das otra vuelta.- dijo para regresarla a su lugar y dejarla mareada y sonrojada. - ¿ya te salieron?- dijo sonriendo, feliz de haberla tocado y de haberla tenido tan cerca.

-Ammm... creo que si.- dijo sonrojada mientras sentia el mundo entero dentro de su estómago.- ya se perfectamente como bailar.- dijo riendo y el maestro observaba como en su rostro demostraba verdadera pureza y felicidad. - Ya puedo bailar con otros chicos.- dijo pícara riendo con su amiga.

-Ni lo pienses...- dijo serio pero luego vió la cara de ella y se rio.- Es broma, usálos como quieras, para eso te los enseñe.- dijo guardando sus cosas.

Ella se rió y le preguntó.-Maestro, ¿estará en la kermess de la escuela?-dijo ella, pensando que podria bailar con el.

-Oh, si, ¿tu?-

-Claro, ¿cómo perder mi última fiesta de secundaria antes de graduarme?- dijo algo triste al recordar que ya no lo veria como antes.

-Bueno,- dijo triste al pensar que ya no la vería.- podríamos bailar, para que no se te olviden los pasos, y para que sea tu tarde feliz.- dijo hacienso reir a la niña y viendo su perfecta sonrisa y pensando en lo hermosa que es.

-¿Lo promete?- dijo sonriendole y levantando el dedo meñique para sellar la promesa.

-Prometido.- dijo uniendo su gran dedo al de ella y sonriendole.

-Bueno, maestro, me tengo que retirar. Nos vemos mañana.- dijo saliendo y despidiéndose de su persona favorita.

-Adios hermosa...- dijo sin que ella lo escuchará; más bien, para si mismo; ella era lo mejor que le habia pasado en años.