Broken despertó con los ojos hinchados. Había recordado como fue que se metió en aquél lío.
Cerró sus ojos con lentitud mientras suspiraba de manera ahogada.
"Mí madre me cambió por dulces... esos dulces la ponían feliz. No podía negarme si era para que ella sonriera. Pero; ¿por qué no viniste por mi? ¿por qué no me buscaste?"
Fue lo que pensó mientras miraba la blanca pared de su cuarto.
Se levanto para luego mirarse en el gran espejo que hacía ver su cuerpo completo.
Las personas dicen que ser albino debe ser genial; permitanme decirles que no es así.
Una persona albina es alguien quien le dificulta ver, sus pupilas siempre se estarán moviendo de un lado a otro involuntariamente.
Incluyen falta de entendimiento, miedo a lo desconocido y prejuicio basado en apariencias.
De infancia se debe hablar del tema haciendo que se sienta bien tal y como es.
¿Solo hablar?
No. Reír, llorar, jugar, gritar. Alguna manera en la que de pueda desahogar y pueda aceptarse.
Lamentable; la madre de Broken no le creía que sería necesario sacar adelante aquello.
Giro levemente su cabeza, viendo la hora para luego levantarse de manera relajada.
Se baño, vistió, arreglo...
No creo que hace falta explicar que también se colocaba su peluca y maquillaje falso.
Al terminar de "mejorar" su rostro, miro el espejo con una sonrisa.
Aunque suene raro, le gustaba ser Broken. Le gustaba parecer alguien feliz, alguien quien no era realmente ella. Aún así; la sensación de sentirse más joven, más inocente, más libre, era una de sus razones para seguir adelante y no dejarse derrumbar con facilidad; no como su padre.
Acomodó algunos cabellos blancos escondiéndolos bajo la verde peluca. Delineó sus ojos y cubrió con rimel sus blancas pestañas, quedando negras y largas. Así dando la tierna y adorable imagen con la cual es conocida por los demás.
Se puso una linda falda de color gris con una polera negra y una chaqueta café clara.
Mientras salía de casa, ponía una bufanda blanca alrededor de su cuello: dándole un toque combinado a su ropa.
Se puso sus audífonos y colocó una de sus canciones que más la relajan.
Cerro su casa mientras movía su cabeza y caminaba como toda niña alegre saludando a todos sus vecinos.
Fue a la cafetería en la que conoció en persona a Jaehee, haciendo que suelte un pequeño suspiro.
Pidió un café de vainilla y se retiro mientras daba algunos sorbos, se movía de un lado a otro de manera suave; haciendo que la gente le lanzaran miradas de dulzura, risa y miedo.
Llego al instituto con una sonrisa. Sin antes girar para ver como la castaña bajaba de la limusina para un día lleno de trabajo para ella.
Sin pensarlo dos veces, fue corriendo por las calles como una demente sin pensar en el peligro de los autos.
-¡Jaehee Kang!-Gritó la "peli-verde" mientras de un salto abrazo a la castaña; haciendo que esta suelte su carpeta y caiga al suelo.
-¿Pequeñaja? ¿que haces corriendo las calles como una loca?-Dijo Jaehee algo alterada. Todos los sobrenombres que le había puesto eran sobre su baja estatura. Pero entre tantos, prefería llamarla pequeñaja.
ESTÁS LEYENDO
Broken. [Jaehee Kang]
Fanfiction... Tantas historias de MM, ¿porqué no hacer una de Jaehee? - 99% de posibilidad de no tener un final feliz :^