"Mi final lo firman dos dígitos, de una báscula programada por una sociedad perdida, sumida en una dimensión superficial, cínica"
Café y sangre.
Sangre con el café;
porque beberlo solo hay quien lo considera raro;
y con whisky nada más lo beben los borrachos.Sangre dentro del café,
para dar un toque ferroso a la bebida de moda cafeinizada;
la droga amarga,
sin gas ni otras sustancias.El azúcar solo engaña a una parte del paladar,
te miente y luego hace sentir mal.La sacarina no debería producir ninguna enfermedad,
pero ahora ha sido caracterizada como veneno mortal.El arsénico, pasó de moda con la invasión del 'cero',
el cero por ciento;
la nueva peste
o malaria moderna,
el suicidio asistido de nuestra era;De eufemismo dieta extrema,
aunque hay quien prefiere el término anorexia.Algunas niñas vuelven a querer ser princesas,
pero ya no les basta el 90 60 90;Ahora hay caballeros que las prefieren rectas.
Sangre con el café.
Si el vampiro es inmortal, la sangre será la cura a todo malestar;
la fuente de la juventud, la clave para la infinitud;
El secreto de la belleza y también de la vida eterna.
Sangre para ser feliz en la superficie;
Café para no caer, permanecer de pie;
ya nadie duerme,
soñamos despiertos, despistando a nuestro cerebro.Café con sangre, para engañarte;
la leche es ya cosa de los de antes.
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Carta de una anoréxica que se quiere salvar
Non-FictionHaz el favor de leer hasta el final.