TEMA 6

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Introducción

En 1875 se produce la restauración de la dinastía borbónica, tras la experiencia de un sexenio de constantes cambios: una constitución democrática de 1869, un efímero reinado de Amadeo de Saboya y la experiencia de la Primera República Española.

La Restauración de la dinastía borbónica en el trono de España supuso el fin de la I República que, sacudida por la tercera guerra carlista y la insurrección cubana de 1868, había sido incapaz de organizar un proyecto político estable.

El impulsor del nuevo régimen fue Antonio Cánovas del Castillo, que organizó un sistema monárquico liberal, aunque no democrático. Este largo período comprende el reinado de Alfonso XII y la regencia de María Cristina de Habsburgo, y está presidido por la Constitución de 1876 y su funcionamiento adulterado por la manipulación electoral y el caciquismo. Una etapa que se verá duramente sacudida por el impacto del Desastre de 1898.

Desarrollodeltema

1. El restablecimiento de la monarquía

Fracasados los intentos de implantar en España una monarquía democrática (la de Amadeo I de Saboya) y una República, aumentó el número de quienes creían necesario “restaurar” la monarquía borbónica en la persona del príncipe Alfonso, hijo de Isabel II. En esa labor destacaría un político malagueño, Antonio Cánovas del Castillo, quien consiguió en 1872 la renuncia de sus derechos al trono de Isabel II a favor de su hijo Alfonso.

A partir de ese momento, Cánovas desplegaría una gran actividad para sumar adhesiones a la causa alfonsina, tanto dentro como fuera de España. Dentro, se atrajo rápidamente a los sectores más conservadores: la aristocracia terrateniente, la mayor parte de la burguesía, y amplios sectores del Ejército. Fuera, Cánovas emprendió intensas negociaciones para que las potencias europeas aceptasen como futuro rey al príncipe Alfonso. Sólo Francia se mostró decidida a respaldarlo, aunque con reservas.

El 1 de diciembre de 1874 un manifiesto (declaración programática o de intenciones) firmado por el príncipe Alfonso, conocido como Manifiesto de Sandhurst, (por la academia militar de esa localidad inglesa), y redactado por el propio Cánovas del Castillo, daba a conocer a la opinión pública las bases y principios que inspiraban el proyecto de Restauración monárquica. El futuro Alfonso XII se presentaba ante el pueblo español con el compromiso de ser el rey de todos los españoles, respetar el liberalismo y el catolicismo.

Cánovas preparaba así una vuelta pacífica de la Monarquía borbónica. Sin embargo, los generales Martínez Campos y Jovellar se le adelantaron pronunciándose el 29 de diciembre en Sagunto a favor de la Monarquía. El Gobierno no opuso resistencia y dimitió. Cánovas formó un gabinete de regencia el día 31 y comunicó a Alfonso, entonces en París, su proclamación como rey.

2. El sistema canovista

a. Fundamentos

I. Las líneas básicas del sistema

El primer objetivo de Cánovas del Castillo fue asentar firmemente la Monarquía, por encima incluso de la Constitución. Para él, la Monarquía y las Cortes eran los dos pilares básicos de la historia de España. La Corona debía recuperar, por tanto, el prestigio perdido durante el reinado de Isabel II.

En segundo lugar, el marco constitucional debía acoger todas las tendencias liberales. Se trataba de crear un sistema que fuera igualmente válido para los antiguos moderados, unionistas, progresistas y demócratas, con la sola condición de aceptar la Monarquía y la alternancia en el Gobierno.

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