Creo que me he enamorado, lo creo, y lo creo porque es la primera vez que me siento así por alguien.
"Eres muy pequeña para saber lo que es el amor". ¡bah! Todas las personas me han dicho eso al menos una vez.
¿16 años es ser pequeña? Posiblemente. Pero, ¿quién es suficientemente "maduro" para decirme lo que es o no es el amor?.
Todos piensan diferente de éste, yo pienso diferente,pero no pienso exponer lo que yo pienso acerca de este concepto, así que volveré a lo que al principio dije:
Creo que me he enamorado.
Me he enamorado de un chico, de un estupendo chico.
Y esque cada que lo veo ocurre una pequeña explosión en todo mi ser que hace que tiemble.
Su piel es tan suave, y tiene el color perfecto; no es muy blanco pero tampoco tan moreno. Los lunares que tiene distribuidos por todo su cuerpo, los que tiene en sus brazos, su cuello,su rostro, ese que tiene por su labio. Es mi favorito.
Cada una de sus muecas me fascina, en especial cuando arruga su nariz,me parece tan tierno cuando hace eso. Su risa me encanta (aunque siempre se burla de mí el muy desgraciado), me encanta escucharlo reir y verlo recostarse para aminorar el sonido de sus carcajadas.
Verlo, tan solo eso, no importa cómo. Sólo verlo.
He tenido la oportunidad de verlo con toda la energía del mundo, con sueño, cocinando, dormido, recien despierto, con su uniforme de futbol, probándose ropa. En cada una de éstas ocasiones me ha parecido tan atractivo. En ningún momento dejó de verse bien.
Verlo dormir, ¡Dios!, fue tan satisfactorio.
Recuerdo que estábamos en mi habitación escuchando música y luego nada. Él se quedó dormido y no sé en qué momento, pero me quedé dormida con él abrazándome. Luego desperté y me encontré con que él seguía dormido y aún me abrazaba.
Su rostro se veía tan relajado, estaba sudando y su respiración era lenta pero no débil. Estaba tranquilo.
No pude resistirme el tocar su piel, el ver su rostro así no me bastaba, quería palparlo.
Y lo hice.
Acaricié su rostro suavemente, luego hice lo mismo con sus brazos y de nuevo regresé a su cara. Me quedé observándolo unos minutos y acto seguido le dí un beso en la frente. Un beso de esos que nacen del corazón, de los que no se planean,sólo suceden.
Lo dejé dormir por más tiempo, hasta que dieron las 08:00 y decidí despertarlo, debía irse a casa y empezaba a oscurecer.
Ahora lo que más me gusta de él.
Sus Ojos.
Esos ojos. Los ojos a los que ví fijamente porque él me obligó a hacerlo. No dudo haber enrojecido, pero ese rubor fue válido aquella ocasión. Verlo directamente a lo ojos, poder apreciar cada detalle de esos ojos amielados.
