Costumbres

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Las fuentes termales y medicinales de todo el mundo, está en concurridas por personas que desean aliviarse de alguna enfermedad crónica, son también las preferidas de las hadas para tomar sus baños matutinos, Como lo atestigua una narración germana de principios del siglo XVI:

Hans obermayer, un joven de Niederdorf, en la región austriaca de Winerwald, Y custodio custodio de la principal fuente de aguas termales de la zona, se levantó una mañana y, como de costumbre, se dirigió a la reja que cercaba la fuente, con la idea de acomodar el agua antes de que comenzaran a llegar los primeros pacientes en busca de alivio. Sin embargo, ayer al llegar a la puerta descubrió con sorpresa que no podía abrirla pues, apenas la entornaba unos centímetros, la reja volví a cerrarse de golpe. Finalmente, cuando logró colocarse dentro y llegar hasta la fuente, recibió la sorpresa de  su vida: en toda la superficie del agua, sumergiéndose, flotando y zambulléndose en ella, muñía una verdadera plegada de pequeños y delicados cuerpos de no más de 30 cm de alto, vestidos con túnicas verdes que parecían disfrutar mucho de aquel reparado baño  matinal.

-¡hola señoritas!- exclamó Hans en altavoz. Y aquello fue suficiente para que la bulliciosa grey se va a tierra en retirada, pártelo te ando en una jerga tonta al mente incomprensible para el joven. Fue la única vez en que Hans pudo ver personalmente a las Seligen Fräulein (que así se llamaban esas pequeñas hadas), pero mucho pero nunca pude olvidar aquella imagen y, en más de una oportunidad, descubrió en la fuente indicios de su presencia, como si otra vez hubieran vuelto a disfrutar de su baño matutino.

Otra de las ocupaciones a la cual asadas dedican toda su atención, cuando se presenta la oportunidad, son los funerales de sus pares, A los que deparan honras fúnebres sumamente complejas y sentidas. Curiosamente, estas ceremonias son muy similares en todas las latitudes, y no varían demasiado, cualquiera sea el tipo de circunstancia feérica que la lleve acabo. Un anciano italiano del Piamonte relataba de esta forma el entierro de una vila, en su terruño natal, al noroeste de Italia:

Fue una noche en que regresaba muy tarde de la taberna cuando, al pasar junto a la Abadía de Carmgnolo, di luz que está el día de las ventanas del atrio y hoy las campanadas que tocaban a muerto, aunque con un sonido tan grave y angustiado como jamás las había escuchado antes. Intento intrigado, me acerqué y espía por una de las ventanas: la nave estaba brillante mente iluminada y una multitud de criaturas de no más de  50 cm de altura caminaban hacia el altar por la nave central, llevando con Aaaa en andas un diminuto Ferré toro trenzado con barra de serbal. Cuando la comitiva, adornada con corona de mirto y violetas silvestres, llego a una pequeña fosa cavada cerca del altar principalmente depositaron en ella el cuerpo y exclamaron a coro: " nuestra reina muerto! ¡Que el viaje hacia su destino sea tan placentero como fue su vida! ". A continuación depositaron el cuerpo en la tumba y comenzaron a cubrirlo, pero no bien la primera palada de tierra Cucayo sobre el ferretero, y una de las vi le pareció das de cuenta de la presencia del intruso y todas ellas lo atacaron simultáneamente, con tantos años por haber sido estudiadas, que el hombre debió correa denodadamente  para salvar su vida.

El cambio de forma es cualidad mágica, común en mayor o menor grado a las hadas de todas las latitudes, aunque algunas de ellas (y especialmente los duendes, sus primos cercanos) son verdaderas especialistas en el tema.
Las hadas de Cornwall, por ejemplo, parecen poder adoptar tan solo la forma de un pájaro, pero cada cambio representa para ellas una disminución de su tamaño real, por lo que corten el riesgo de desaparecer si abusan de su poder. No se debe confundir el cambio de forma real con los hechizos que las hadas  pueden imponer a los humanos para que la vean como ellas desean.

Las transformaciones temporales son uno de los recursos utilizados frecuentemente por las hadas para huir de sus enemigos. Un ejemplo clásico de este poder es la metamorfosis de la Fata Morgana en la obra de Mallory LA MORT D'ARTHUR, cuando se convierten en roca del desierto para escapar de la ira de su hermano, que le persigue por haberle robado su espada mágica, Excalibur.

Los préstamos de las hadas a los humanos no son infrecuentes, siempre y cuando el prestatario cumpla escrupulosamente con su parte del pacto.
En una oportunidad, una ama de casa que necesitaba un caldero de tamaño excepcional recurrió a las hadas de Frensham para que le prestaran uno de los que utilizaban para sus pócimas mágicas. Sin embargo, la mujer, luego de usarlo, olvido devolverlo en la fecha especificada y, cuando lo hizo, las hadas no aceptaron su devolución, por lo que debió regresar con el utensilio, que fue colgado en la sacristía de la parroquia, donde permaneció hasta hace poco tiempo atrás.

El mágico mundo de las hadas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora