Capítulo 6: "Es la única manera de que obedezcan"

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- ¿Qué? - pregunto, atónita, no doy crédito a lo que escucho.

Me levanto de prisa del sillón y la miro a los ojos intensamente. Ella me devuelve la mirada sorprendida de mi reacción y abre la boca para decir algo, pero yo no alcanzo a escucharlo, puesto que ya he salido corriendo.


Mientras acelero, las lágrimas se derraman por mis mejillas, y antes de llegar, me paran con un abrazo. Zayn. Me agarro a él y sollozo violentamente.

- Tranquila, An. No te pasará nada, te lo prometo – siento las palabras muy cerca de mi oído. Puedo escuchar su respiración entrecortada por la carrera.

- Siento armar un escándalo.

- Han sido demasiadas emociones en pocas horas, y aunque no duermas, tienes que descansar un poco.

- No voy a ir a dormir al cuarto de mi padre.

- Está bien – suspira – Ven conmigo.

Está todo tan oscuro que a penas veo algo. Estar cogida de su mano hace que andar sea más fácil, pero, aún así, me caigo y siento que el hueso del tobillo cruje. Aullo de dolor y él me coge rápidamente.

- ¿Estás bien?

- No – sollozo – necesito acostarme en algún sitio.

- Vale, agárrate fuerte.

Obedezco y me lleva a la carrera hasta lo que creo que es su habitación. Me sienta en una de las tres camas y observa mi inflamado tobillo.

- ¡Liam! - grita - ¡Ven a ver a An! Creo que se ha roto el tobillo.

- No puede ser – me lamento.

Me mira, me sonríe y me besa en la frente. Se va de la habitación y se cruza con Liam, que con una cara que parece un poema me examina.

- Tienes rotura, efectivamente – aclara – vas a tener que reposar durante dos días y te sanará, no tienes una curación tan rápida como los otros.

- Lo sé, y gracias.

- ¿Gracias por qué? - pregunta.

- Por mirarme el tobillo, nunca me ha atendido nunca nadie.

- ¿Tu madre no te llevó a un médico?

- Yo... - titubeo – No, es que nunca me puse enferma.

<< Y porque si el médico hubiera visto las marcas de mi espalda hubiera denunciado a Gonzalo>>, me digo a mí misma.

Me pone la venda, y me sonríe dulcemente. Luego, se retira y sale de la habitación. A pesar haber dormido dos horas de un tirón, extraño para mí, estoy exhausta. Pero me encuentro con un problema a la hora de dormir.

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