Confusión

Inverosímil

—...y entonces por mi culpa Harry tuvo que besar a Malfoy. No recuerdo haberle puesto nada a mi caldero pero de seguro hice algo raro para que todo eso pasara ¿Tú qué opinas Trevor?—la rana que sostenía en sus manos solo emitió un ''croack'' en respuesta. —Sí, es verdad, después de todo cuando sucede una desgracia así siempre es mi culpa—Neville suspiró—Creo que Snape iba a castigar a Harry por eso, se le veía muy enfadado ¿Crees que deba hacer algo al respecto, Trevor?—la rana solo volvió a croar y una expresión decidida se formo en el rostro del muchacho.  —Bien, eso haré.

Se levantó de su cama y abrió las cortinas que lo cubrían, ninguno de sus compañeros estaba en el dormitorio, la mayoría de Gryffindors se habían reunido en la sala común para hablar de lo que sucedió y Neville sospechaba que no era tan buena idea unírseles, no cuando la mirada furibunda de Ron lo persiguió en todo el trayecto desde las mazmorras hasta su actual habitación. Esperaba que Hermione sea capaz de controlarlo una vez que salga a tratar de solucionar las cosas.

Bajó por los escalones de piedra y en cuanto puso un pie en la sala común todas las miradas se enfocaron en él, quizás el que haya soltado un grito al casi resbalarse en el último escalón no le ayudó mucho a ser tan discreto como quería.

—Y-yo...no fue mi culpa—fue lo primero que dijo, ante esto Ron frunció el ceño y Hermione apretó los labios, el resto del grupo mantenían una cara que variaba entre el reproche y la burla.

—Cómo sea—soltó Ron y volvió su atención a sus tareas, el resto lo imitó y Neville pudo hacer que sus rodillas dejasen de temblar.

Un poco cabizbajo se dirigió a la salida y se encaminó directamente al aula de pociones, su objetivo era hablar con el profesor Snape y tratar de convencerlo de que la culpa no fue de Harry, si no de él y su inutilidad e incompetencia (como diría el maestro) en pociones.

Llegó frente a la puerta de roble y se detuvo un momento para auto convencerse de que podía hacerlo, por lo que, llenándose de la valentía característica de su casa, acercó su mano para empujar la puerta, pero solo la dejó hasta que, a través de una pequeña ranura, se lograba vislumbrar a dos figuras que él conocía muy bien. Y entonces escuchó:

—Maldito Potter, Snape jamás me ha hecho limpiar calderos, estará muy enojado por culpa de tu atrevimiento.

Harry, que estaba del lado contrario de la sala, bufó indignado y se giró hacia Malfoy—¿Disculpa? Si no mal recuerdo fuiste TÚ quien empezó todo.

Ahora fue turno del rubio de lucir enfadado—¿Ah sí? Si yo no mal recuerdo fuiste TÚ quien se me acercó.

—Sí pero créeme que no tuve ninguna otra intención que quitarte la sonrisa de un golpe, nunca pensé que terminaríamos, bueno...

Neville detalló sorprendido como Harry bajaba la cabeza y volvía a su tarea de limpiar calderos, mientras que Draco tenía un acentuado rubor por el cuello y las orejas.

—Como sea, todo fue culpa del estúpido de Longbottom, solo una casa como Gryffindor puede aceptar tanta escorí...

— ¡CIERRA LA BOCA MALFOY!—incluso Neville se sobresaltó al oír gritar así a Harry, quien lucía bastante alterado. Quizá ya por fin se había cansado de las niñerías del rubio y ese había sido el resultado.

Inesperadamente Draco solo miró desdeñoso a Potter y continuó con su trabajo susurrando cosas parecidas a: « ¿Cómo se atreve? ¿Quién se cree qué es para decirme...?». Neville ya no estaba seguro de si debía estar allí, aparentemente Snape si los había castigado y para colmo había hecho que los dos terminasen juntos en el aula de pociones. Podía imaginarse la humillación y vergüenza que Harry estaría pasando en ese instante, si tan solo pudiese hacer algo para...