Se hallaba en un campo de fresas colorido y lleno de vida, los sátiros tocaban tocaba sus flautas y las náyades sonreían y jugaban en él lago, continuó caminando y vio a muchos chicos practicar con todo tipo de armas, desde arcos hasta espadas, otros montaban pegasos y ¡¿eso era un centauro?!
Y ahí estaba Percy, tan guapo cono siempre, con su pelo despeinado y sus ojos verde mar con la espada en la mano, la tomó de la mano y comenzaron a caminar, comieron en él comedor donde la comida apareció de nada en los platos e incluso acariciaron a una perra
GiganteDe pronto la visión comenzó a desaparecer, las luces y colores iban perdiendo intensidad al igual que las risas y música al tiempo que el rostro de Calypso, su enfermera personal, iba haciéndose cada vez más claro.
-¡¿Annabeth?! Oh dioses debemos ir con el doctor Jackson-,murmuró Calypso nerviosa.
La castaña la ayudó a levantarse y juntas se encaminaron hacia la oficina del Doctor.
Al loquero otra vez, resopló Clarisse.
Estamos internadas en un maldito psiquiátrico ¿Que esperabas? Respondió Silena con la voz chorreante de sarcasmo.
Annabeth se removió incomoda, no le gustaba cuando ellas peleaban, casi siempre terminaba haciendo cosas que implicaban intentar matar a alguien o terminar desmayada.Una vez frente a la puerta Calypso tocó y nada mas hacerla pasar se retiró dejándola sola con en doctor Jackson
-¡Perce!- llamó Annabeth ansiosa. Percy sonrió y le devolvió el saludo.
-Hola Annie, ¿Que haces aquí? se supone que no tenemos sesión hasta mañana.
Annabeth rodó los ojos e hizo un puchero.
-¿Tan poco quieres verme?, es por Rachel , ¿la quieres mas que a mi? ¿es porque no esta loca como yo?- Percy suspiro desesperado, la rubia parecía a punto de llorar y el simplemente no sabia que hacer, así que se acerco con cuidado y la abrazo. Poco le importaba que las cámaras los captaran o se metiera en problemas, No estaba violando ningún protocolo por lo que no debía preocuparse por ello.
-Annie, Rachel no tiene nada que ver en esto, tu eres mil veces mas hermosa y no estas loca, te puedes curar. Solo me sorprendí porque viniste hoy, nada mas.
El puchero de Annabeth inmediatamente reemplazado por una enorme sonrisa.
- Y bueno ¿Que ocurrió?- pregunto separándose de la chica, que hizo una mueca de fastidio.
- Nada, Calypso es una exagerada- intentó mentir la chica, aunque la ceja encarnada de Percy le indicó que no estaba funcionando- esta bien, vi cosas de nuevo ¿Feliz?
Percy se acomodo las gafas y le pregunto:
- Y las pastillas que te indique ¿La estas tomando?- ella asintió vigorosamente.
- y tienes vómitos, mareos son efectos secundarios- dijo Percy mientras revisaba el historial de Annabeth.
- Sip- afirmo la ojigris.
-Entonces no las tomaste- afirmo Percy con una ligera sonrisa de lado.
-Claro que si. intento defenderse Annabeth.
-Claro que no, las pastillas no tiene efectos secundarios- Percy sonrió triunfante al ver la boca abierta de Annabeth, aunque no dijera nada.
- ¿que viste?- pregunto listo para tomar apuntes.
- Lo mismo que la otra vez, solo que... Percy la miro por sobre los lentes esperando que continuara.- esta vez estabas tu.
- ¿Yo?- pregunto Percy confundido- ¿y que hacia yo ahí?- Annabeth se mordió el labio y comenzó a acercarse por encima de la mesa al tiempo que Percy hacia lo mismo.
- Lo mismo que estamos a punto de hacer.
(Solo imaginen a Annabeth y a Percy en vez de ellos)
Esas palabras parecieron surtir efecto en Percy ya que se alejo rápidamente y la miro con reproche.
-Annabeth no debemos hacer eso.- Annabeth rodó los ojos y le resto importancia.
La volviste a fregar, rió Clarisse socarronamente. Otra vez, completo llena de malicia Silena.
Annabeth las mando a callar. Odiaba ver cosas, odiaba escuchar voces.
En ese instante entro Calypso a llevársela .
- Adiós cariño- se despidió entre burlona y sincera Annabeth
Una vez ambas chicas dejaron la habitación Percy se quito los lentes y se revolvió el pelo.
No podía. No debía enamorarse de su paciente