The Promise [Camren]

Capítulo 21

Narra Lauren

Mi cuerpo no daba más por el largo camino que tuve que soportar, pero luego de varias horas de viaje por fin había llegado.

"Señorita ya vamos a cerrar" me detuvo un señor en la entrada.

"Le prometo que en 5 minutos me voy, pero por favor déjeme entrar" le suplique, y el señor al parecer estaba bastante dudoso, por lo que tuve que acudir a la última opción. "Este es todo el dinero que tengo" le entregué un fajo de dinero, y él sin pensarlo lo tomó.

"La espero en 5 aquí" se hizo a un lado, y yo caminé rápido ya que el tiempo estaba prácticamente contado.

"Hola" me arrodille, y coloqué una flor en cada tumba. "No saben como me gustaría que estuvieran aquí..." acaricie sus tumbas, y mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas. "N-no se imaginan lo sola que me siento ahora mismo" limpié mis ojos, y di un gran suspiro. "Solo me hubiera gustado q..."

"Despierta bonita" escuché una voz lejana, y por un momento pensé que se trataba de un sueño.

"N-n-no..." empecé a tocer ya que alguién me había tirado una gran cantidad de agua.

"¡Abre los ojos perra!" Sentí un gran golpe en mi mejilla y bastaron unos cuantos segundos cuando sentí que mi cabeza impacto contra el suelo. "Ven aquí" me tomó de la camisa y sentí que volvió a posicionar la silla como estaba antes.

Cuando intenté abrir los ojos, uno de ellos me dolía bastante por lo que se me dificultaba abrirlo en su totalidad.

"¿D-dónde estoy?" Pregunté al notar que el lugar no estaba tan iluminado.

"Si pudiera te haría mía" un hombre alto intentó besarme, pero yo le escupi la cara para evitar que lo hiciera.

"Mala idea mi amor" limpió su rostro y en segundos sentí un golpe en el labio. "¡¡Mirame!!" Tomó mis mejillas con una sola mano para empezar a ejercer presión, y sentí un dolor insoportable en mi labio.

"P-por favor" suplique, pero lo que me gane fue un golpe.

"A mi jefe no le gustan las personas como tú preciosa" sentí otro golpe en el rostro, pero esta vez mis ojos empezaron a cerrarse lentamente. "¡No te duermas!" El tiempo pasaba lento mientras iba cayendo, pero en el momento en que aterrice sentí como la cabeza me daba vueltas.

Me dolía parpadear, me dolía hablar, me dolía moverme, me dolía respirar, me dolía pasar saliva, pero no le iba a dar el gusto a este idiota, por lo que decidí que iba a joderlo aún sabiendo cuales eran las consecuencia.

"Eso es todo lo que tienes para dar?" Le pregunté mientras intentaba reírme.

"Pensé que eras más débil" tomó la silla, y la levantó agresivamente.

"No te rindas" escuché la voz de mi mamá rondar por el lugar.

Pronto su puño se estrelló de nuevo en mi rostro generando que sintiera un dolor casi indescriptible.

"Perdón por llegar tarde" escuché una voz bastante familiar, pero mis fuerzas se estaban agotando como para ver de quien se trataba. "Luces demasiado bien para mi gusto" tomo mi mentón y lo levanto, por lo que pude ver que era Simon. "Te voy a dar un..." sentí de nuevo otro golpe, pero gracias al cielo no se podía comparar a los anteriores.

"P-por q..." intenté hablar, pero simplemente ya no tenía fuerzas.

"Una vez volvamos vas a decirle a los demás que alguién te tomó, y que no es mucho lo que logras recordar" agache la cabeza, y eso pareció molestar mucho a Simon. "¡¡¡¿Entendiste?!!!" Estrelló su mano en mi mejilla más herida, y una lágrima se deslizó por mi mejilla.

"P... Pre-prefiero que me mates" dije como pude.

"Te juro que si no haces lo que te digo voy a matar a tu familia" colocó sus sucias manos en mi cuello, y empezó apretarlo causando que el aire fuera disminuyendo.

Me sentí impotente ya que mis piernas y manos estaban sujetos a la silla, por lo que pronto sentí como empezaba a perder el conocimiento, y eso hubiera sido lo mejor que me hubiera pasado ya que me evitaría más sufrimiento, pero para mi mala suerte me soltó.

"Ahora si... ¿Entendiste?" Se acercó a mi y yo aproveché para escupirlo como lo hice con el anterior. "¡Maldita per..." fue lo último que pude escuchar.

7:39 AM

"Espero que te haya quedado claro" Simon apretó mi mano, y yo asentí para que me dejara tranquila de una maldita vez.

Cuando desperté ya estaba en la cama del bus, por lo que supe que estaba devuelta en mi peor pesadilla. Simon me buscó personalmente para decirme que es lo que debía decir, y que también tenía que volver a ensayar ya que estaban atrasados por mi culpa.

"¡Miren quien volvió!" Dijo hipócritamente mientras entrábamos al salón de ensayos. Cuando levanté la mirada pude ver que todos estaban asombrados por como se encontraba mi rostro, y no era para más. "Lauren tendrá tiempo para contarles todo, pero ahora a ensayar" me dio una caricia en el brazo, y yo no pude hacer nada más que darle mi mejor sonrisa.

El ensayo fue una tortura ya que mi cuerpo dolía demasiado, mi cabeza estaba apunto de explotar, mis heridas dolian gracias al sudor que se deslizaba por ellas, y para completar, las miradas de los demás me estaban volviendo loca, pero por fin habíamos terminado.

Cuando llegué al bus lo primero que hice fue buscar mi teléfono por todo el lugar, pero raramente no lo encontré.

"Grandioso" suspire frustrada, y me dirigí al sofá.

"Toma" escuché la voz de Camila, y una vez me giré pude ver que ella sostenía mi teléfono.

"Gracias" le agradecí de una manera amable, y después lo tomé para luego sentarme cuidadosamente.

Lo primero que hice fue ver si mi papá y mi hermana me habían respondido los mensajes, pero de nuevo me habían dejado en visto. Dejé mi celular a un lado he inevitablemente un par de lágrimas se deslizaron en una de mis mejillas.

"Lauren..." Camila se sentó a mi lado y yo procure limpiar cuidadosamente mi mejilla. No quería que nadie me viera llorar, no me interesaba sentir la lástima de nadie... "Puedes decirme que te paso?" Sentí como empezó acariciar mi mano delicadamente causando que empezara a sentir esas malditas mariposas en mi estómago.

"Sali un momento por algo de comer en la madrugada y en cuestión de segundos sentí un golpe en mi cabeza. Cuando desperté estaba en una habitación bastante rara, y una mujer empezó a golpearme de la nada..." apreté su mano fuerte ya que quería decirle que fue lo que en realidad sucedió, pero obviamente iba a ser imposible. "Luego de unos largos minutos de sufrimiento no lo sé... Supongo que me desmaye, y cuando desperté estaba en el hospital" complete la historia tal y como me dijo Simon que lo hiciera.

"¿Puedo darte un abrazo?"

"No sabes cuanto me gustaría que me dieras un abrazo" pensé.

"No, no quiero tu lástima Camila" tomé mi teléfono, y luego intenté levantarme. "Te agradecería que le digas a las demás que no me interesa que ahora que estoy así me den sus gestos de hipocresía" una vez dicho eso intenté salir del bus lo antes posible.