Parte 7

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Se había jurado no caer por él.

Se había jurado no herirlo.

Se había jurado alejarse.

Y una vez más allí estaba, fallándose a sí mismo, golpeando aquella puerta que lo separaba del chico que había liberado y condenado al mismo tiempo su corazón.

Intentó olvidar a Louis. Incluso arregló con Zoe los asuntos restantes a la boda para evitar verlo, pero estaba seguro que si no hablaba con él antes del civil, su mente jamás se lo perdonaría.

Golpeó una vez más, susurrando un inaudible "Abre, Louis".


También se había jurado no quebrarse al verlo en su espléndido traje de boda, pero ni bien la puerta se movió, sintió que en su interior algo estallaba en mil pedazos.

-         H-hola –murmuró de cara a un atónito Louis.

-         Hola. 

Harry creyó tener que pedirle permiso para entrar justo cuando Louis se hizo a un lado, permitiendo el paso y cerrando la puerta tras él.

-         ¿Pasó algo con los preparativos? Deberías hablar con mi mad...

-         Vine a hablar contigo –interrumpió, carraspeando luego para aclarar su voz.

-         Escucha, Harry, no hay nada entre nosotros que requiera una conversación. Estoy esperando por mi novia, diré sí en unos minutos y realmente desearía estar solo.

-         Sí lo hubo -confesó Harry. 

-         No sé de qué hablas. 

-         Louis, discúlpame. Ambos sabemos que te mentí cuando dije que no pasó nada y te volví a mentir cuando simulé que no me importaba.

Louis permaneció callado, guardó distancia entre ellos y escrutó su rostro como si se tratase de un criminal.

-         ¿Podrías explicarte? 

Harry tragó, creyendo ingenuamente que aquel nudo en su garganta se iría ante el esfuerzo.

-         ¿Realmente no recuerdas lo que pasó luego de dormir juntos? ¿Lo que me pediste? 

Se sentía un inútil, un completo idiota a punto de cometer la idiotez más grande de su vida.

Su cuerpo entero temblaba y parecía que su lengua había decidido no sacar fuera las palabras.

-         Recuerdo hasta abrazarte y quedarme dormido -aseguró Louis -. Lo siguiente que sé es que me desperté y tú estabas afirmando que nada de eso había sucedido. 

Harry agachó el rostro y cerró fuerte los ojos, sus labios abriéndose para liberar aquello que dolía en su pecho.

-         Me despertaste dos horas después, tenías una botella de vodka en la mano y comenzaste a llorar. Dijiste que te disculpara, que estabas confundido y que lo nuestro no volvería a pasar. Te ofrecí llamar a un taxi para llevarte hasta tu casa, pero me preguntaste si podías quedarte a pasar la noche. Estaba tan desorientado, Louis, yo no sabía qué hacer. 

Se atrevió a mirarlo cuando pensó que había sido suficiente tiempo en silencio.

Louis lo observaba con los labios fruncidos, tenía ambas manos apretadas en un puño al costado de su cuerpo y una leve arruga cubría su entrecejo.

-         ¿Por qué me lo dices ahora?

No estaba preparado para esa pregunta. Él sólo esperaba insultos y gritos de acusación, pero no una pregunta. Al menos no una con ese nivel de frialdad y desprecio. 

-         Necesitaba hacerte saber que no había jugado contigo. Creí que haciéndolo hoy complicaría menos las cosas.

-         ¿Lo creías? Déjame recordarte que en aquel entonces también iba a casarme.

-         Yo no quería interferir en tus planes de casamiento, supuse que era lo mejor.

Louis avanzó hacia él, dejando sus cuerpos a pocos centímetros de distancia.

-         ¡Mierda, Harry, interferimos en mi casamiento cuando decidimos dormir juntos! Vienes a minutos de mi boda, limpias tu conciencia y eso es todo para ti, ¿no es así? ¿Por qué ahora? ¿Por qué no me dijiste lo que pasó cuando te lo pregunté? 

-         ¡Lo siento, lo siento! Ya te he pedido disculpas –Harry alzó sus manos y le permitió a sus ojos llenarse de lágrimas-. ¿Qué esperabas? ¡Me despertaste para rogarme que lo olvidara y luego te volviste a dormir sobre mí! A la mañana siguiente te encuentro allí sentado, con tu rostro confundido. Realmente pensé que estabas buscando la forma de volver a rechazarme, yo no quería oírlo dos veces, entonces opté por hacerte saber que recordaba que nada había pasado ni iba a volver a pasar. Sin embargo, luego descubro que eras tú quien no recordaba haberme suplicado que me olvidara de todo -sollozó-. ¿Me dirás que decírtelo antes hubiera cambiado las cosas? ¿La habrías dejado a Zoe en ese momento?

Louis rio. Una inestable risa antes de morder su labio inferior y esquivar su mirada.

-         No me siento orgulloso de haberme enamorado de alguien comprometido. Nunca antes me involucré con una persona comprometida ni estaba mis planes hacerlo. Claro que siento culpa, pero no creo merecerme todos los insultos -prosiguió Harry-. ¿Qué pretendías que hiciera? ¿Debía declararte mi amor? ¿Y qué si dejabas a Zoe, cómo sabía yo que no volverías a arrepentirte de estar conmigo? Lo siento si sueno egoísta, pero he sido herido muchas veces como para dejarme herir de nuevo. 

Juntó aire y rascó su cabellera mientras buscaba las palabras exactas para decir.

-         Louis, sabes lo que dijiste esa noche. Dijiste que también me querías, que te sentías atraído por mí y realmente deseabas hacerlo. Hablabas sobre saber lo que hacías y querer intentarlo. Pero luego te despiertas en medio de la noche, completamente arrepentido, para finalmente olvidarlo todo unas horas después. ¿Qué pretendías que hiciera? Lo siento si actué de la peor manera, no eras el único confundido, no eras el único que se sintió usado. 

Una vez más se enfrentaba a su silencio, aquel silencio que lo hacía sentir miserable e incluso más inútil que antes.

Cuando Louis pareció a punto de hablar, la puerta se abrió tras ellos. Harry cerró los ojos, sintiéndose derrotado. 

-         Louis, es tarde.

El padrino de bodas arqueó sus cejas, sus ojos mirando de uno a otro. Louis dio un paso al frente, lo cual lo obligó a retroceder.

-         Es tarde -repitió Louis. 

Harry lo sintió rozar su cuerpo al esquivarlo. La puerta se cerró suavemente a sus espaldas.

Si alguna parte de su corazón quedaba entera, acababa de hacerse añicos allí dentro.

No esperaba que Louis dijese que lo amaba y que iba a dejar todo por él.

Tan sólo quería saber que no había sido estúpido al enamorarse. Que Louis había prometido cuidarlo aquella noche porque le importaba y no porque quería satisfacer a su deseo de experimentar con un hombre. 

Wedding Planner | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora