El bote naufrago

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Hace tiempo vengo escribiéndote versos con tintes de odio y rencor,

escondidos se encuentran en forros plásticos de cuadernos, en hojas recicladas,

en la palma de mi mano inclusive en archivos digitales del computador,

mas hoy que llego el día donde realmente todo se acabo

es como si no fueren precisos y no merecieras leerlos

así como yo no merecía haberlos escrito,

¡Ja!, ¿Qué vueltas da la vida no?.

Pues es cierto que me jodiste y acabaste conmigo más de una vez,

pero así mismo es cierto que me diste sonrisas y estuviste conmigo en el dolor,

ambos navegamos en este bote entre aguas violentas y calmadas,

por días tú tomabas el timón y llevabas todo en control.

Ahora no es tarde para nadie, ni para ti ni para mí,

pues si bien es conocido que la fuerza del querer es el engranaje del poder,

entonces dime: ¿Quiénes somos nosotros para cambiar el rumbo del oleaje?,

quizá fuese distinto si no hubiésemos remado todo este tiempo a contracorriente

por caminos que llevaban al sendero de la desolación

y es evidente, la desolación ya tomo el bote, mientras mil polillas acabaron con la madera,

la humedad mohosa de aguas pantanosas pudrió nuestro alimento

causando problemas de administración, causando problemas entre los dos,

trayéndonos a contra voluntad hasta este infierno emocional ,

explotando el bote de nuestro amor,

¡Adiós amor adiós!.

No te culpo a ti, no me culpes a mí,

La culpa es de los dos.

¡Adiós amor adiós!

Circo y TelónWhere stories live. Discover now