El día estaba precioso, Braxton se había levantado de su cama con un propósito nuevo ese día, pedirle matrimonio a Samantha, quien durante tres años ha estado con él.
Cuando la conoció era una ternura de mujer, era muy preciosa, llena de vida y con una sonrisa que podría matar a millones, no era la típica chica sacada de revista, era real, era perfecta. Pero sus caminos no se unieron sino hasta unos meses después, cuando el mayor de los Abbruzzi comenzó a sentir de más por ella, cuando no solo lo hacia reír con sus ocurrencias si no que lo descontrolaba por completo, haciendo que lo único que se pasara por su mente fuera el besarla, un tiempo después lo hizo y desde entonces el besarla se convirtió en uno de sus pasatiempos favoritos, quererla, pasar tiempo con ella, pero en especial tomarla de los cachetes sin previo aviso para besarle, adoraba ver como su cara se colocaba roja de la vergüenza y luego simplemente sus ojos comenzaban a brillar, aun después de los años ella seguía teniendo la misma reacción cada vez que sus labios rosaban.
Había comprado el anillo hace un año, fue al día siguiente de un día trágico para él. Bradley había tenido un accidente en fútbol, se había roto la clavícula, su padre lo llevo a la clínica más cercana para que lo atendiese, lo entablillaron y enyesaron, Samantha paso toda la recuperación con él, los primeros días incluso durmió con el pequeño por si se quejaba en la noche. Fue entonces cuando supo que debía ponerle el anillo en el dedo, aunque tenía esa certeza desde hace mucho tiempo, fue el amor y la ternura con la que cuido a su hijo toda la noche como una mamá osa lo que le confirmo lo que ya quería hacer desde que ese enamoro de ella.
Eran pocas las veces que un hombre se aferraba al compromiso, Braxton era ese tipo de hombre. No le asustaba el casarse, el mantener una relación o ser fiel. Sabía que él tuvo la oportunidad de tener lo mejor de lo mejor dos veces, aun con dolor de por medio pero lo tuvo.
Esa mañana fue eterna para él, el trabajo iba lento, el tráfico ni se diga. Lo había hablado con los chicos la noche anterior, esperaba miradas frustradas, pero esas nunca llegaron, simplemente llegaron sonrisas, fue algo digno de recordar.
—Quiero pedirle matrimonio a Samantha. —Soltó las palabras de la nada mientras veía una película con los chicos tendidos en la cama en su habitación. Uno de cada lado. — ¿Esta bien para ustedes eso?
—Llevas 3 años con ella papá, la llamamos mamá. Esta más que bien eso. —Sandy respondió. Actualmente seguía sorprendiéndose por su capacidad de entender tan rápido las cosas, esperaba en el fondo de todo su corazón que no fuese porque tuvo que enfrentar la perdida demasiado temprano. —Solo que la propuesta no incluya a Brownie.
— ¿Y tú? ¿Qué piensas de eso, Bradley?
—Tuviste que haberlo hecho hace mucho tiempo. —Braxton rió por las palabras de su niño.
El recuerdo era algo que llenaba de felicidad su corazón, en especial porque después de aquello se habían quedado dormidos juntos toda la noche, hasta que la alarma los levanto y tuvieron que irse a la escuela.
Cuando aparco por fin en la escuela de arte para recoger a Samantha ella se encontraba hablando con unas chicas, se encontraba sonriente, llena de vida y con un halo maravilloso que en ese momento él no lograba entender. En cuanto sus compañeras le avisaron con sonrisas muy demostrativas que él se encontraba allí esta se despidió mientras comenzaba a correr al auto. Se acercó a la puerta que tenía el vidrio abajo.
— ¿Adivina que me paso hoy, amor? —Pregunto con su característica sonrisa. — ¡Aprobé el examen que tanto me asustaba! ¡Sandy no me va a creer cuando se lo diga! —Braxton la amaba, realmente la amaba y lo sabía porque él se encontraba con una sonrisa en su cara y feliz de solo verle la emoción que tenía. Abrió la puerta del auto antes de entrar en él para darle un beso rápido. —¿Cómo estás?
—Ahora mucho mejor. —Respondió. —Anoche oramos por ti los tres para que te fuera bien en el examen, nuestras oraciones fueron escuchadas. —Ella tomo los cachetes de su novio y le regalo un beso lleno de ternura. Con el tiempo Samantha comenzó a abrirse un poco más a las personas, la chica que al principio era temerosa ahora no estaba, bueno, en algunas ocasiones si pero por lo general no estaba, ahora se encontraba la mujer decidida, llena de alegría y segura de sí misma, otra cosa que tenía loco a Braxton.
—Las mejores oraciones siempre...—La chica coloco el dorso de su mano en la barba de su novio antes de regalarle la sonrisa más tierna de todos los tiempos. Claro que él le pediría matrimonio, ahora mismo si era necesario.
***
Se encontraba asustado, asustado peor que como se había sentido la primera vez que había hecho algo parecido, era indiscutible no compararlo porque en ese entonces no se sentía tan asustado como ahora. En especial cuando Sandy no lograba disimular la emoción, por otra parte Bradley se encontraba ido en las palabras de Samantha mientras ella le explicaba sobre cada pieza del museo. Se encontraban en el Seattle Art Museum lugar que al ver sus siglas era S.A.M
—Mira, esto es para ti. —Hablo una mujer entregándole a Sam un papel. Ella miro hasta Braxton pero este la miro como si no supiese nada, al abrir el papel se encontró con una letra, él chico levanto sus hombros sinónimo de que no tenía ni la menor idea de que era eso. Pero sabía que era.
A medida iban pasando por las piezas y ella le iba hablando a Bradley, más y más personas se le acervan con papeles. Braxton la conocía, sabía que en cualquier momento explotaría porque no entendía porque seguían dándoles papeles. Cuando la última mujer le entrego el último papel ella me miro nuevamente en busca de ayuda.
— ¿Qué piensan que haga con esto? Ya me están asustando todos aquí. —Las letras se encontraban en desorden, era apropósito. Lo había planeado demasiado bien. —Son letras desordenadas.
— ¿Y si es un rompecabezas? ¿No deberíamos armarlo? —Pregunto Sandy. La inocencia de Samantha no le permitió que se imaginara algo más así que simplemente asintió antes de lanzarse al suelo sin importar que mientras comenzaba a armar la frase con los niños, Sandy y Bradley sabían que tenían que hacer, lo entendieron muy rápido por la mañana en el desayuno.
Luego de que por fin armaran la frase, aún faltaba algo.
—Esperen, creo que les falta algo. —Samantha ya estaba mirándolos a los tres con los ojos llenos de lágrimas. Braxton saco otro papel que contenía el signo de interrogación para colocarlo justo donde debía estar.
La chica tapo su cara. Él se arrodillo.
—Samantha Brown, que bonito nombre tienes y que bonito es tenerte a mi lado. —Aparto las manos de su cara para mirarle. —No pienso decirte lo preciosa que eres porque es algo que me he encargado de recordártelo a diario; sin embargo eres hermosa. —Ella rió por aquello y los que estaban presentes acercándose al lugar también. —Hay muchos artistas en el mundo pero tú eres mi favorita. Hay muchísimas Samantha, pero ninguna como tú y solo hay una persona con la que quiero casarme y esa eres tú. No te lo he dicho antes pero lo he sentido desde hace mucho tiempo, Te amo.
>>Amo cuando fallas, cuando te caes, cuando te levantas. Amo cada momento de mi vida a tu lado. Amo que ames a mis hijos con tanta fiereza y amo muchísimo que seas la persona que Dios permitió que entrara en mi vida para darme una segunda oportunidad, en especial porque no me imagino a nadie más, porque solo puedo verte a ti. Eres una madre ejemplar para mis hijos, nuestros hijos ahora y quiero que seas mi esposa, Sam ¿Quieres casarte conmigo?
Las lágrimas de la chica eran incontrolables para ese momento.
—No tienes que responder ahora ¿bien? Puedo seguir pidiéndotelo todos los días. —Pero Samantha simplemente se lanzó a besarle. Lo beso como nunca para responder a su pregunta. Si y otra vez si para casarse con él.
—Sí, siempre sí. —Respondió mientras le abrazaba. —Te amo Braxton Abbruzzi, a ti y a tus dos pequeños, con todo mi corazón.
El anillo fue posicionado en su dedo y durante un año entero aun cuando ella había dicho que si, Braxton le pidió que se casase con ella todos los días, hasta el día que la tomo de la mano, se escapó con ella y sus hijos para casarse por lo civil.
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UNA ESPOSA PARA PAPÁ | LIBRO #1.5 |
Teen FictionDios te hizo perfecto, Perfecto para amar, Para sentir, Para vivir y para ser amado. Te dio una vida, Para respetarla, Para vivirla, Para sentirla. Permitió la tragedia, Para que cambiaras, Para que sanaras, Para que comenzaras de nuevo. Te dio a u...