Dime (Fox x Wolf)

Capitulo 31: Nada

Panther Caroso

—¡Listo!— miré emocionado una pintura recién acabada —Ahora solo falta el toque— me acerque y con el pincel escribí mi firma en un rincón del cuadro

Trabajar mucho en ese retrato y verlo terminado me provocaba una felicidad que era difícil de explicar, podía asegurar que era el mejor trabajo que había echo en todo este tiempo

Mientras admiraba mi creación, recordé que era el último de los pedidos y que iba a estar libre durante la noche así que pensé en llamar a Leon para ir a visitar a Wolf

No lo decidí más y fui a donde tenía el teléfono para comunicarme con el, tardo un poco en responderme pero lo hizo

—¿Hola?— Lo escuché un poco desorientado

—¡Leon! ¿Cuanto tiempo?— sentí alegría al poder encontrarlo

—¡Panther! Qué gusto poder escucharte— extrañamente note alegría en sus palabras —¿A qué se debe tu llamada?

—Pues acabe todos mis pendientes y no me gustaría aburrirme ¿Podrías acompañarme para visitar a Wolf?— pregunté entusiasmado

—No tengo nada que hacer, dalo por echo— dijo Leon

—Genial, ¿Nos vemos en la casa de Wolf o te espero y nos vamos juntos?— Pregunte ya que el vivía muy cerca de mi

—En 10 paso por ti

—Esta bien, aquí te espero— ya no recibí respuesta, simplemente colgó indicándome que habia salido de inmediato

Acomode el teléfono y fui a mi cuarto para agarrar un suéter, una vez escogí la prenda, tome mi celular y espere cerca de la puerta emocionado

Justo en el minuto 10 escuché el timbre sonar, me sorprendí por la puntualidad de el camaleón y sin demora salí de mi casa para encontrarme a Powalski

—Que exacto— dije cerrando la puerta con llave

—Siempre lo soy— presumio Leon

—Claro que no— comenze a caminar junto a el —el mejor sinónimo de impuntualidad es Leon Powalski

—Eso es mentira— río por mi comentario

—Yo no miento— asegure apresurando el paso

—Lo acabas de hacer— sonrió sin dejar de mirar al frente

—Me da gusto que hayas accedido a venir— agregué

—Han pasado 3 meses desde la última vez que nos reunimos, era imposible negarme— siguió hablando sin desaparecer su misteriosa sonrisa

—Veo que estás muy alegre— dije sorprendido —¿Se puede saber el por que de eso?

Leon lo pensó —Creo que te puedo decir que cuando eres correspondido lo único que puedes hacer es sonreír— respondió ilusionado

—¡Oh! ¿Cual es el nombre de la afortunada?— reí por el comportamiento de Leon

—Preferiría no decírtelo, no quiero que se arruine mi oportunidad— se sonrojo

—No sabía que creías en supersticiones— afirme

—No son supersticiones, son la realidad Panther

—Como tu digas

El resto del camino fue algo incómodo, tratabamos de abrir una conversación pero no éramos capaces de mantenerla por largo tiempo, así fue hasta que llegamos a la casa de O'Donnell