Capítulo 33

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El día había llegado, oscuro. Los grandes nubarrones sobre mi cabeza me indicaron que ese día llovería, acción que aumentaría mi depresión por mi cumpleaños número 21, jamás me había gustado cumplir años pero el hecho de "festejarlo" lejos de lo que alguna vez fue mi familia era aún más duro.

  Encendí la luz y mi cuerpo se tensó, cuatro sombras gritaron y me despertaron aún más, haciendo que mi corazón latiera a mil kilómetros por hora.

-¿Qué demonios?-Estabilice mi pulso y solo entonces fui capaz de sonreír, allí estaban Max y la señora Garcia, con un pastel en sus manos, y para mi sorpresa Peter y mi querida Euge se encontraban presentes también.-Oh, dios...

 Peter y Max en una habitación me sonaba a problemas, y no entendía en que momento habíamos llegado al punto de encontrarnos todo juntos en mi muy empobrecida habitación.

-¡Feliz cumpleaños!-Gritaron todos juntos, Euge fue la primera en abrazarme, y las lágrimas saltaron de mis ojos, hace mucho tiempo que no la veía y estaba tan hermosa como la recordaba. Ella lloraba también, pidiendo perdón en susurros cerca de mi oído.

-Todo esta bien...-Prometí.-Todo.

Max me dio un rápido abrazo.

-Feliz cumple, enana.-Le sonreí.-

-Sabes que estuvo de más, seguramente crecí un poco hoy.

-Umh, lo dudo.-Río y se alejo de mí, la señora Garcia dejo la torta en la mesa de luz y me apretó fuertemente las mejillas.

-Ay, mírate, ya tienes 21... ¡Feliz cumpleaños, gordita!

   Ese comentario, aunque fue cariñoso, me dolió. No apreciaba los insultos que hacían referencia a mi peso, sonreí tanto como pude para no parecer desagradecida, y la señora se alejo. Peter se acercó a mí con un paquete color rojo y una sonrisa.

-Feliz cumpleaños, princesa.-Besó mi mejilla, seguramente por respeto a la familia presente, y me entrego el obsequio. Lo abrace sin prestarle mayor atención al presente, queriendo sostenerlo en mis brazos tanto como pudiera.-¿Quieres mirarlo? Me entusiasma ver tu reacción.

-Claro, lo siento.-Lo abrí con una sonrisa y vi que era una pequeña cajita de terciopelo, dentro había una preciosa cadena de oro con un dije, y en ella se veían las siglas "L&P", similar a la que regalaba Luke a May en el libro de Peter, mis ojos se abrieron y me tape rápidamente la cara con las manos.

-¡No puedo creerlo, Peter! ¡Es perfecto!-Lo abracé aún más fuerte.

-Es una replica del que usaremos en la película, creí que te gustaría tenerlo.-Algunas lágrimas se me escaparon, pero intente retenerlas.-

-¿Comemos el pastel?-Propuso la señora Garcia, sonriente.

-¿Puedo cambiarme?-Reí, todos salieron sin chistar excepto Peter.-¿Planeas ayudarme o...?-Él soltó una pequeña risita.

-No, quiero saludarte como es debido.-Besó suavemente mis labios, haciendo que todo en mi interior se removiera.-Feliz cumpleaños, princesita.

   El apodo que había decidido ponerme era el más tierno que pudiera imaginar, sobre todo porque nadie antes me había llamado así. En mi cuento de hadas yo era siempre la dama de compañía, la sirvienta, la segunda figura, nadie antes me había visto de ese modo.

-Ahora sí, ponte hermosa...Aún más.-

-Me imagino que estaré hermosa con ojeras y el pelo desastroso.

-Más de lo que imaginas.-Me besa fugazmente antes de desaparecer, dejándome con una sonrisa aún más grande que mi rostro, todo dentro de mí se mueve. Eso es lo que él siempre causa en mí.
 
  Voy hacía el closet y buscó algo que vestir, un jersey rosa es lo primero que llama mi atención lo tomo junto con la primera blusa que aparece, y luego el jean azul gastado de siempre. No hay mucho con lo que trabajar. Mis vans azules no parecen tan viejas como son, y siempre sacan del apuro. Entró al baño y tomó una ducha rápida de 10 minutos, mientras cepillo mis dientes. Al cabo de 20 minutos, ya vestida, con el pelo húmedo, y la cadenita en mi cuello, salgo al encuentro de las personas más importantes en mi vida justo ahora, las únicas que están para mí.

El último besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora