"Debora" II

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-De ahora  en adelante  te iré  diciendo  como tener el poder  de los sueños. Dijo ella.

José a pesar  de estar un poco confundido  por lo que le había  dicho  aquella  chica comprendía   mas o menos todo  lo que ella le decía, aunque estaba un poco  atónito el sentía  que todo lo que ella decía era verdad, de pronto ella comenzó  a levitar, su cuerpo  estaba firme  ascendía rápidamente   pero de una forma  estable.

- ¡Tú  también  puedes  hacerlo! Dijo

- mmm?

De pronto  el solo sintió el deseo  de seguirla  pero  aunque quiso  no pudo  despegar  del suelo tal y como ella lo hacía pero sabía que tenía el poder de hacerlo entonces  separó  un poco  más sus piernas  y las flexionó frunció sus cejas  y saltó e iba a caer y antes de hacerlo  apretó  sus puños  y entonces  la caída  se fue haciendo  más lenta, el aire más pesado  las puntillas  de sus pies tocaron  el suelo  pero el se propulsó  otra vez  y ahora  en vez de volar  como ella, flotaba  sin mucho  control  como si estuviese  en el espacio y poco a poco  iba  tomando  control,  para desplazarse  debía  hacer  como si estuviera  nadando, cada vez mejor  y más preciso  pero aún asi  no igualaba  a Debora.

- jajajajaj. sonrió tiernamente ella

- lo logré  ahora ¿adónde  vamos ?

- ¡sigueme!. Dijo y cuando se propulso  pareció  que rompió  una barrera del sonido  y el la miró perplejo  y trato  de hacer lo  mismo con mucha concentración  penso  en pisar  el aire  y propulsalse  con  un salto  ayudado  de sus brazos y esto hizó pero  no a la velocidad  que esperaba aunque dió para alcanzarla, ella estaba  en un bosque,  este  era muy hermoso, en todas  las ramas  de los árboles  habían  serpientes  de colores y los animales  parecían los de un Reino  de hadas,   había  un pequeño río con agua cristalina  y el fondo  parecía estar hecho  de oro, habían  5 árboles que  eran diferentes  a todos los demás  y estos  estaban  alineados, eran como viejos y muy altos, tanto que que rosaban  el cielo y en vez  de tener   serpientes  de tamaño normal estos  tenían  pitones, eran enormes,  el ambiente  cambió  aunque no perdió  su hermosura el aire  se puso  denso  y como brisa  que viene del mar  vino  una tremenda  consternación del medio  del bosque, una presión  que hacía que el cuerpo del muchacho  fuese más pesado, de pronto  corrientes  de ansiedad se manifestaban  en su estómago  mientras  cascadas  de escalofríos  bajaban  por su espalda, está sensación tan familiar, ya la sufría  desde pequeño, a pesar de estar acostumbrado  no podía  dejar de sentir  miedo, sus pensamientos  comenzaban  a nublarse, como  si su miedo lo arropase, desvió  su mirada  al suelo y comenzó a sentir  como si estuviera  sólo y además de asustado, triste,  de pronto la chica  caminó y se paro  frente a el de espalda  mirando  a la dirección  de donde venía  la presión, ella nisiquiera se inmutó  ante tal cosa su mirada  era gélida como  una noche en invierno  y de pronto  otra presión  se sintió y la chica comenzó  a brillar, su brilló creció  a tal punto que hizo reaccionar  al joven  José,   el temor  se fue  disipando hasta ya no quedar  nada, el muchacho  recuperó  el aliento y poco a poco  pudo  mover  su cuerpo  que antes  parecía  petrificado.

- ya no sientas  más miedo, todo paso yo estoy aquí. Dijo ella con un tono  suave.

- decuida ya estoy acostumbrado  a esa sensación desde hace mucho, no sé qué es ni de donde  viene  pero  siempre  viene.

- para eso estoy aquí, para que todo eso termine, sólo tienes que aprender  a dominar  el poder en tus  sueños, aquí  tu eres  el que debe tener el poder sobre  ellos, estás aquí en conciencia con el máximo  potencial de tu mente.

- ¿ cómo lo hago?.

-podrías incluso  volver  aquí  y verme otra vez, Las veces  que quieras, soñar  conmigo  todos  los días

- ¡¿como?!, desde que te vi quiero  saber  eso, cuando despierte  no estarás  más y sólo serás  un recuerdo  más como aquella vez. Dijo el y Una gran tristeza  se notaba  en su rostro

- ¡no! Si lo aprendes podrás  venir  otra vez. Dijo ella alegre

Levantó su mano y creó  una copa  con un líquido  púrpura y dijo

-Bebe todo esto  y mañana  estarás  otra vez conmigo, ya verás.

Al finalizar  todo esto el tomó  la Copa y bebió  todo con ansias  como  alguien que acaba de llegar del desierto y le es ofrecido un vaso con agua luego  miraron hacia el  bosque  y notaron  que de toda la vida que había  sólo quedaban  los árboles  que  rosaban  el cielo  y sus pitones envorviendolos.

- Esas serpientes representan la  traición  de un número  de personas  igual al número  de ellas y esos árboles  representan el tamaño  de afecto que sientes por ellas

- No entiendo. dijo  el.

- luego  lo harás, aquí cada cosa representa  algo y tus emociones y tu reacciones  ante tales cosas  también.

Luego de decir  esto  observaron  ambos  y caminaron  mientras  que  al dar cada paso  notaban  como el panorama  cambiaba cada segundo, nada era constante ella iba a contarle como  volver  y el la miro  profundamente  tanto  que ella  se puso  roja  sus mejillas  blancas  se sonrojaron  entonces  bajo la mirada al suelo  pero volvió  a mirarlo y el no pudo aguantar  la sensación  de besarla  porque ya tenía  un mal presentimiento, se acercó  pero  pensó  en la posibilidad  de que ella se retirada  y mientras  más se acercaba  el notaba que no, ella sólo lo miraba a los ojos como si hace rato esperaba a que lo hiciera  pero  antes de que sus labios  rosen antes  de que pueda sentir la sensación de un beso de la chica que lo había salvado, comenzó  a sentir una sensación  más familiar  esa sensación  que antes  el adoraba  porqué  lo sacaba  de su horror pero  que  ahora  sentía  tan incómoda  e inoportuna, comenzó a sentir  sus párpados abriéndose  tal vez  por la emoción  que sintió al estar cerca de besarla  luego  la imagen  de aquella chica  se iba perdiendo  en su mirada y ahora sólo veía  la oscuridad  de sus párpados  cerrados  que cada vez se hacía  más sólida, la saliva  que mojaba su seca garganta  de una noche completa sin tragar, cuando vino en si  maldijo que fuera un sueño  a pesar  de que estas vez siempre  lo supo, se sentía  extraño y recordo que la chica le dijo que podia volver cuando quisiera y maldijo  el hecho  de que nunca le dijo  como volver.

-mierda!! Dijo mientras  apretaba  su puños y golpeaba  fuerte  su almohada
Y se preguntaba  como volver...

continuará.

Mundo  Onírico: Sueños  Lúcidos De JoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora