Fire Meet Gasoline |TaeHyung.|๑

Gasoline

TaeHyung Pov's:

¿Era normal sentir tal vacío? ¿Cómo era posible sentirse de esta manera durante días?
El dolor es sobrehumano, las ganas de arrancar todo lo que tenga dentro para acabar con la agonía se me estaban haciendo cada vez más fuertes. Pero no podía hacer nada.
La culpa es mía, yo provoque todo esto, yo me lo busqué.
Desde un comienzo, desde que supe que lo que hice estuvo mal, sentía esta presión. Después al ver a mi mujer tan abatida, cometí el error de volver a caer en las cenizas de esa infidelidad pasada y no volver a salir de ahí.
Ya no queda nada de eso, la última vez que volví a verla fue el mismo día donde mi dejé de ver a mi esposa. Desde ese día no veo a la que me ayudó a terminar de apagar todo en mi relación, se fue, como el aire se lleva las cenizas de un incendio pasado.
Y aquí estoy yo ahora, sin nada. Abandoné mi empresa hace una semana, que mi ex mejor amigo se haga cargo.

Sí, a él también lo perdí. El día en que ____ se fue, llamé a casas de amigos de ella o míos, quería saber que estaría bajo un techo, protegida del frío. JiMin no contestó, simplemente me enfrentó al día siguiente.

«« —¡Eres un hijo de perra! —entró gritando a mi oficina.

—¿Qué sucede Jimin? — Me levanté de mi puesto para enfrentarlo. Siempre que tenía una discusión, problema e incluso algo divertido que sucedía, entraba así a mi oficina.

—Y te haces el imbécil. — Se paró delante de mi. — Veamos si esto refresca tu memoria. — Su puño golpeó mi quijada, haciendo que muerda mi labio. No lo esperaba, mi cuerpo tambaleó hasta caer y golpearme contra mi escritorio.

—¡¿Qué mierda te pasa?! — Limpie la sangre que salía de mi labio y me levanté, ahora preparado si volvía a recibir un golpe.

—¡Eso mismo te pregunto a ti! —En ese momento apareció Sulli, mi ex secretaria.— ¿Tú que haces aquí? Te despedimos hace bastante tiempo, no tienes nada que hacer aquí.

—Buenos días para ti también Jimin. —le sonrió sarcástica y su vista se dirigió a mi. — Se quedó esto en mi departamento. —Me entregó mi corbata. Miré a Jimin, las venas se marcaban en su cuello, no pude ver como se movió de su lugar y tomó a Sulli del brazo.