Total e inesperado, tú.

Capítulo 19

"No puedes hacer esto"

*Narra ___*

Era el día de la fiesta de Santiago, estaba muy emocionada, por que tal vez éste era el día para poder formalizar algo con él. Me bañe, me vestí con un vestido rojo que se pegaba muy bien a mi silueta, un collar dorado muy lindo, mi anillo, unos tacones en color nude. Ésta vez, me maquille y me arregle mas mi cabello, por que sentía que era una noche verdaderamente especial. Le pedí a Carlos que me llevara, ya que no pensaba llevarme yo el auto.

Llegué a la fiesta y se veía como una grandiosa fiesta, chicas y chicos tomando dentro y fuera de la casa.

-Ya llegó.- Grito Santiago.- ___, preciosa, pensé ya no ibas a venir.

-No, solo se me hizo un poco tarde.- le sonreí.

-¿Te parece si pasamos?.-asentí con la cabeza.- Bien, que adentro está todo.

Habían pasado unas dos horas, donde yo estaba tomando un poco y bailando, claro todo con Santi. Me dejó por un rato sola, estaba sentada en el sillón viendo la hora de mi celular, 11:18 p.m., ya me quería ir, no conocía a mucha gente.

-Si ya te quieres ir, marca al departamento o a Carlos y listo.- me dijo mi voz.

-¿___?.- me dijo Santiago sacándome de mis pensamientos.

-¿Qué pasó Santi?

-Ven.- me sonrío y me tomó de la mano.

Sentía como millones de mariposas estaban en mi estómago, sentía que estaba por pasar lo que yo quería, que fuéramos novios. Subimos a la planta alta de la casa y llegamos hasta una puerta color blanca, pasé primero yo y después pasó Santiago, la cerró y se acercó a mí, me tomó de la cintura y comenzó a besarme. Todo iba bien, de repente puso una de sus manos en mi cadera, y la otra me sujetaba el cuello, comenzó a llevar su mano derecha hasta mis nalgas, cuando pensé que era una, de repente ya eran sus dos manos apretando mis nalgas, después pasó a mis pechos  y también los apretó, comenzó a besarme el cuello.

-___, ___, ___, esto es exactamente lo que no queremos.- Me decía mi voz.

Pero era verdad, yo no quería tener relaciones con él, bueno, al menos aún no. Comenzó a subir mi vestido, lo dejo a mitad de mi espalda, apretaba mis nalgas por arriba de mi panti, fue entonces cuando sentí como una de sus manos comenzó a entrar por mi ropa interior, quería ir directo a mí vagina. No quería eso, al menos no era un buen momento, yo quería algo formal.

Lo aventé, haciendo que él se sentara en la cama, comencé a acomodar mi vestido, buscando mis tacones para ponérmelos también. 

-___ ya estamos muy prendidos.- dijo levantándose.- Vamos nena, no me puedes dejar así.- dijo rodeándome por la cintura. 

-No Santi.- dije safándome.- No quiero esto, aún no, quiero algo serio contigo, ¿acaso tú, no?.- le dije mirándolo a los ojos. 

-Ay ___, aún eres una pequeña inocente.- dijo acariciándome el cabello.- ¿De verdad te tomaste en serio todo el cuento de las citas, regalos, besos? ¿De verdad creíste que te quería?

-Pe-pero, eso era, nos queremos, queremos estar juntos.- le dije tomando su mano.

-Ay nena, cómo te explico.- puso su  dedo en la barbilla.- ahh ya sé, solo quería conocerte y tratar de entrar en ti, para poder acostarme contigo.- puso una de sus manos en mi cintura.- Eres de las que tienen mejor cuerpo, pero de las pocas con las que uno se puede acostar.- dijo haciendo pucheros.- Yo quería tener el gran privilegio de tener sexo contigo ésta noche.

-No Santi.- comencé a llorar.- No puedes hacerme esto, yo de verdad te quiero.

-Ay ___, ya déjate de los te quiero, además de que fuiste mi apuesta, si yo tenía sexo contigo esta noche, yo terminaba ganando, pero, eres muy difícil reina.- me dijo poniéndome su mano en mi hombro.- Pones muchos peros, así nadie te va querer.

Comenzó a reír muy fuerte, sentí como mi cuerpo se calentaba de enojo, apreté mi mano derecha muy fuerte, cuando de ella salió un puño y después un golpe directo a la cara de Santiago. Fue lo único que pude hacer, salí llorando del cuarto, salí de la casa, no sabía que hacer en ese momento, corrí hacía la calle, caminé y caminé.

Iba sin rumbo alguno, quería pensar en lo que había pasado.