La vida inspirada en poesías

Me enamore

El era tan dulce como la miel. Sus palabras tan tiernas y cálidas como el amanecer. Su dulzura sacaría toda la amargura del alma más oscura sin duda alguna.

En sus ojos descubrí un mundo nuevo, millones de galaxias sin descubrir que cubrían sus pupilas al mirarte. Y ahí fue cuando deje de buscar el cielo, porque me di cuenta que todas las estrellas se encontraban en sus ojos.

Su hermosa sonrisa radiaba energía y su mirada era tan profunda que podrías ver el laberinto de su ser. Y me enamore de la profundidad de su mirada.

Y tengo que admitir que me encanta sentir tu mirada en mi y que sonrías sin ninguna explicación. Porque, sin buscarte te ando encontrado por todas partes, especialmente cuando cierro mis ojos.

¿Sabes porque tengo miedo? Porque siempre comentó errores cuando por fin tengo algo bueno. Tengo miedo a herir el corazón de alguien, le dije. ¿Porque? Me pregunto; porque se como duele. Y una vez más me perdí en su mirada, es que el color de sus ojos me encantaba; eran como dos esmeraldas que relumbraban al que miraba, sin duda alguna la gema más pura se encontraba en esos ojos llenos de ternura.

Su aroma era tan peculiar y exquisito, que con solo percibirlo alegraba mis mañanas. Su sonrisa tan delicada, tan dulce, tan tierna, tan sincera, tan... perfecta; era la que me enamoraba.

Esos dulces labios tan delicados y sensibles al tacto, que solo con verlos desearías poder probarlos y darle un dulce beso de amor lleno de ternura y simpatía. Su piel delicada, como un petalo de rosa impregnado con el rocio de las mañanas.

Y poco a poco me enamore de cada centímetro de su ser...