5.Papas fritas.

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Corremos por el puente, reímos. Es la primera vez que veo a Walker reír.

- ¡Eres un imbécil! - Dice Aly cuando Walker la empuja tan fuerte que la tira al suelo.

- ¡Sila!, ven a ayudar a Aly. - Grita Walker mientras se aleja con una risa maliciosa.

Voy corriendo hacia donde se encuentra Alysson, y tomo su mano.

- ¡Rubias al suelo! - Grita Walker abalanzándose hacia nosotras junto a Wesley.

- ¡Auch!, mi estómago, mi estómago, mi estómago, ¡Tu codo idiota!, ¡quítalo ya! - Aly se dirige a Walker. Walker se quita enseguida y parece estar asustado, Aly toma su panza con sus manos, y su cara es de dolor.

- Aly, lo siento yo no... - Aclara Walker.

De pronto Alysson toma el brazo de Walker, y en un abrir y cerrar de ojos ya lo tiene en el suelo.

- Eres muy buena actriz, me asustaste. - Se queja Walker mientras se retuerce en el piso.

- Si, aaam, lamento interrumpir su momento de pelea, pero, mi estómago si sufre de verdad. - Dice Wesley señalando su panza.

- Voy por algo para ti, Wes. - Walker se levanta del suelo, sonriendo.

- Sila va a acompañarte. - Dice Aly.

Dios, no, no, no, no le agrado mucho a Walker, podría comerme en el camino.

Walker me mira con una sonrisa, algo muy extraño de él.

- ¿Quieres venir? - Pregunta Walker.

- No vas a comerme, ¿verdad? - Digo con mi ceño fruncido.

- Ya veremos. - Me guiña un ojo, y yo en respuesta le doy una sonrisa. Es muy extraño ver a Walker sonriente, y siendo amable conmigo.

Nos alejamos de Wesley y Aly, y caminamos por el puente. Hay mucho silencio, pero Walker decide romperlo, y para bien, ya estaba comenzando a aburrirme.

- Entonces, Sila, ¿Tu nombre es Sila, no? - Bromea.

- Así es, Wilson, espera, ¿ese era tu hermano? - Le sigo el juego, por lo que Walker sonríe mirando a sus pies.

- ¿Por qué me odias, rubia? - Walker frena sus pasos y me mira de frente.

- Yo no te odio. - Digo negando con la cabeza y mirando hacia abajo.

- Nop, si lo haces.

- Tú lo haces, desde que llegué. – Es una charla seria, al parecer, pero ambos seguimos riendo en cada oración.

- ¿Odiarte? ¿Yo a ti?, ¿Lo dices en serio Sila?, ¿Quién podría odiarte?

- ¿Tú?, desde que estoy con ustedes me miras con odio, te comportas muy grosero, y no quiero hablar de esas miradas intimidantes.

- No es mi intención ser intimidante. Y, perdona si fui grosero, pero te observé con Wesley, y no quiero que nadie ni nada le haga daño.

- Está bien, entiendo. En realidad no, porque no tengo hermanos, pero entiendo tu punto. – Ambos reímos.

- Hay que empezar de cero. – Walker ahora me mira con dulzura.

- No le veo problema. Puedes empezar contándome acerca de los hombres lobo, digo, si no te molesta que sepa tus secretos licántropos. – Digo haciendo señas con mis manos.

- Pregunta. ¿Qué es lo que quieres saber?

- Dime de tus poderes, los de tu clase, lo que pueden hacer, sus debilidades, todo.

- En primera, querida Sila. No es "Los de mi clase", somos Los Wolfors, y, pues, a parte de tomar forma de un gran hombre con pelo en su cuerpo, también podemos mirar a través de las cosas.

- ¿Es como visión de rayos laser?

- Jaja, si, algo parecido. También, somos muy fuertes y veloces, incluso sin tomar nuestra forma. Y hablando de debilidades, el ruido, los sonidos agudos, cómo pudiste haber notado hace rato, son como si clavaran agujas en cada nervio de nuestro cuerpo. Y escuchamos a muy grandes distancias.

- Es increíble.

- Ahora, cuéntame de, los tuyos. – Imita el mismo movimiento que hice hace rato.

- Pues, como obviamente ya sabrás, somos Los Vamrest, volamos, pero no tenemos alas, podemos escuchar a increíbles distancias, pero podemos activarlo o apagarlo cuando se nos plazca. Nuestro alimento es el C249. Somos muy veloces, tanto así que parece que nos tele transportamos, ah, y hace unas horas descubrí que podemos dormir.

- ¿Y sus debilidades? – Dice intrigado.

- ¿Acaso eres policía? – Digo alzando mis cejas.

- Vamos, yo te he contado las mías.

- No las tenemos, somos invencibles. – Bromeo.

- ¿Qué me dices del sol?

- ¿Qué ocurre con el señor sol? – Digo confundida.

- Si sales de día, te rostizaras.

- Usaré la ropa necesaria que pueda cubrirme por completo, si es por ver el sol.

- Eres muy terca Sila, pero, hablando de gente rostizada, Wesley tiene hambre. – Dice Walker apuntando con su cabeza la dirección de Wesley.

- ¿Crees que esto le sirva? – Digo sacando de mi bolso una bolsa muy extraña.

- ¿Papas fritas?, ¿De dónde las sacaste? – Dice tomando la bolsa.

- Estaban en la habitación de los chicos enormes que ahora están durmiendo en tu estómago. – Walker ríe.

- Es perfecto, Wesley ama la chatarra, regresemos.

Walker y yo corremos hasta la otra orilla del puente, a donde se encuentran Aly y Wesley.

- Espero y hayan ido por un plato enorme de fideos con queso, por que tardaron demasiado. - Reclama Wesley. 

- Casi. Papas fritas. - Dice Walker mientras le lanza la bolsa a Wesley. 

- ¿Es en serio? - Wesley se pone serio. - Bien, moriré de hambre, ¡¿eso es lo que quieren, no?!

Walker y yo hablando, Aly jugando con nosotros, y Wesley quejándose de sus papas fritas. Adoro a estos chicos.  

Más allá de un solo mundo.Where stories live. Discover now