Empezando por ti y acabando por mí.

Tu olor

Y no hay nada que me guste más que robarte tu olor para vestirme con él. Hueles a primavera, a luz y a vida. Hueles a quererte, amarte y compartir mi vida contigo. Quizás un poco a locura, de esa que sacas a pasear alguna tarde en alguna calle y yo, afortunada, soy testigo de ello. A veces también hueles a hogar, sobre todo cuando abres tus brazos y me acoges en ellos como si un huracán fuera a separarnos, que iluso de ti, pensando que quizás exista algo en el mundo que pudiera romper nuestra unión. También noto un aroma a valentía, cuando me miras y me confiesas que todo nos va a ir bien, que juntos nos comemos el mundo, vamos a chillarlo como si hubiera alguien que todavía no se ha dado cuenta que podemos con todo lo que se nos ponga por delante, pase lo que pase y pese a quien le pese.

Y por último, siempre hueles a felicidad, como cuando me sacas una sonrisa mientras las lágrimas resbalan por mi rostro o cuando tengo miedo y me coges la mano tan fuerte como para dejarme marcadas tus huellas y

acordarme siempre

que sea como sea,

todo,

pero juntos.